El Parlamento andaluz aprueba el primer presupuesto autonómico de la etapa Covid

El Parlamento andaluz dio ayer el visto bueno a Ley del Presupuesto de la Junta de Andalucía para 2021 con el voto de los dos partidos de gobierno, PP y Cs, y los de Vox, mientras votaron en contra PSOE, Adelante Andalucía y los diputados no adscritos expulsados de este último grupo. Son los terceros presupuestos que el bipartito logra sacar adelante esta legislatura con el respaldo del partido ultraconservador, pero sobre todo es el primer presupuesto que aprueba una autonomía para hacer frente a la pandemia de coronavirus. El Presupuesto de Andalucía es el segundo de España, tras el visto bueno por el Senado al del Gobierno de la nación. Para los amantes de las curiosidades, este de España también tiene acento andaluz, dado que lo es la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, exconsejera de la misma competencia en la Junta hasta junio de 2018.

Los dos presupuestos nacen, no obstante, con cierta rivalidad en la manera de afrontar la crisis sanitaria. Las cuentas andaluzas lo hace con la vocación de ser «eficaces» contra la pandemia y para la recuperación económica y social de Andalucía, pero son «transparentes y no fantasean con las cifras», esgrime el presidente de la Junta, Juanma Moreno. Se refiere el presidente a que al contrario que las del Estado, las andaluzas no incluyen los fondos europeos 'New Generation' y tampoco los de reactivación estatales, dado que aún se desconocen las cuantías definitivas.

De esta forma, el Presupuesto andaluz dibuja una cifra de ingresos y gastos de 40.188 millones de euros y aunque es la mayor cuantía en la historia autonómica, solo se incrementa un 3,7% respecto al de este ejercicio aprobado en 2019. El aumento es incluso menor habida cuenta de la inyección sin devolución del fondo Covid estatal de 2.100 millones de euros del último semestre. El ejecutivo andaluz ha querido exhibir con estas cuentas una imagen de cautela hasta tal punto que reserva sin asignar 450 millones de euros por lo que pueda pasar con la pandemia y sus consecuencias económicas.

Una cautela que no impide a sus dirigentes esbozar una sonrisa de esperanza sobre la lluvia de millones de fondos europeos atribuidos a España aunque no los dibujen en las cuentas. Andalucía exige el 30% del montante global en aplicación de los criterios europeos para concederle a España 140.000 millones, los de desempleo, PIB per cápita y población.

Y aunque la mayoría de estos dineros europeos deberán consignarse de manera finalista a proyectos, habrá margen para cubrir políticas. Así lo dejó escapar el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, cuando intentó calmar las aguas revueltas con la huelga de Canal Sur, que ha llevado a negro la emisión de la televisión pública durante los dos días de debate final de las cuentas como protesta por el recorte de 14 millones de euros a su financiación contemplado por imposición de Vox en el Presupuesto aprobado ayer. Marín dio a entender que la quita de esos 14 millones a la Radio y Televisión Pública de Andalucía (RTVA) será compensada con fondos europeos. Las protestas de Canal Sur agriaron en parte el momento dulce del consejero de Hacienda, Juan Bravo, quien en varias entrevistas intentó convencer a los 1.400 empleados de la RTVA que no habrá despidos. Bravo también se llevó el disgusto del error de voto en su grupo, cuando siete diputados del PP votaron en contra del dictamen final de la sección de la Consejería de Transformación Económica (de Cs), dejando fuera la enmienda aceptada a Adelante Andalucía.

Los portavoces de PP y Cs, José Antonio Nieto y Sergio Romero, destacaron que por primera vez se destina el 5% y el 7% a educación y sanidad públicas, para reivindicar que ya no es cosa de las izquierdas los blasones de estas. También que el Presupuesto garantiza estabilidad al Gobierno. Tanto PSOE (José Fiscal) como Adelante (Inmaculada Nieto) califican las cuentas de insuficientes y tramposas porque pese al aumento en papel, consigna a sanidad 400 millones de euros menos de lo gastado este año.