El Parlamento acuerda tras un debate bronco reclamar que no se suprima el delito de sedición

El debate tuvo su punto de mayor bronca cuando el diputado de Vox Javier Cortés se dirigió a los parlamentarios socialistas llamándolos «golfos», por lo que fue interrumpido por el presidente de la Cámara, Jesús Aguirre, que le requirió en varias ocasiones que retirara el insulto. Como no lo hizo, interrumpió su intervención y le ordenó que abandonara el atril. Posteriormente, Aguirre pidió a los grupos que eviten episodios como ese para no dar una imagen patética del Parlamento. «Los andaluces no se lo merecen», dijo.

A continuación intervino el socialista Mario Jiménez, que criticó «la indigencia intelectual» de Vox y aseguró que trabajará para devolverles «a la cueva de la historia de la que no debieron salir nunca». Jiménez culpó al PP porque, aseguró, sabían que llevando una iniciativa de ese tipo al Parlamento provocarían «un efecto de retroalimentación de la violencia verbal«.

El diputado y secretario general del PP-A, Antonio Repullo, aprovechó el incidente para marcar «dónde están los extremos» mientras ha expuesto que su partido es «el de la centralidad, el diálogo y el consenso».

El texto de la iniciativa pide que se retire de manera inmediata la supresión de la sedición y que se mantenga sin modificación el tipo penal de la malversación.