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El nuevo delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, abogó este miércoles por «la lealtad institucional para aportar soluciones» a los ciudadanos y lanzó un mensaje de «plena disposición a la colaboración» a la Junta de Andalucía. Lo hizo en su acto de toma de posesión, en el que estuvo acompañado por la ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, entre otras autoridades. En representación de la Junta acudió el consejero de Hacienda, Juan Bravo.
Fernández, que reemplaza en el cargo a Sandra García, se comprometió a «llevar a todos los rincones de Andalucía la voz y el compromiso del Gobierno de España con nuestra tierra».
En su discurso, Fernández agradeció al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «la oportunidad de poder colaborar de forma directa y activa en la recuperación de Andalucía», y también a Sandra García, «por el trabajo realizado durante este duro, difícil e inesperado año y mucha suerte para el futuro más inmediato».
La secretaria general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz, que acudió al acto, calificó a Fernández de «compañero y amigo» y aseguró que va a hacer un «enorme trabajo en beneficio de los andaluces, tal y como ha hecho en todas las responsabilidades que ha tenido hasta ahora».
Por su parte, el portavoz del Partido Popular en el Parlamento, José Antonio Nieto, mostró su preocupación por que en el relevo al frente de la Delegación del Gobierno en Andalucía estén primando más los problemas internos del PSOE a los de la institución y expresó sus sospechas de que este movimiento responde más a «consolidar la oposición interna a Susana Díaz que a la relación del Gobierno de España con la Junta de Andalucía».
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