Andalucía apenas 'rasca' un 2% de las nuevas inversiones del Estado en la red eléctrica

Así lo ha denunciado la Junta de Andalucía, que ve en esa decisión un nuevo agravio contra la comunidad y otro ejemplo de cómo el Gobierno de Pedro Sánchez aplica diferentes raseros a la hora de ejecutar políticas en relación con las autonomías.

El consejero de Política industrial y Energía, Jorge Paradela, a lo largo del último año el Gobierno andaluz presentó ante el Ministerio para la Transición Ecológica sus necesidades de infraestructura para obtener el máximo rédito del potencial en energías renovables y abordar proyectos industriales en diferentes puntos de la geografía andaluza. Una mínima parte de estas peticiones han sido atendidas.

Según el Gobierno de España, que no haya un número relevante de modificaciones puntuales sobre plan original implica, «en cualquier territorio», que el actual diseño de la red es suficiente para cubrir todas las necesidades previstas.

Señala, además, que para dar cabida a todo el desarrollo del Plan de Recuperación, más allá de las modificaciones puntuales, ya se ha iniciado el procedimiento para elaborar una nueva planificación con horizonte en 2030, adelantándose al ciclo de revisión habitual.

Estas explicaciones no convencen a la Junta. Según Paradela, Andalucía ya había resultado perjudicada en la planificación original de 2021-2026 con obras por valor de 515 millones de euros frente a los 782 millones que reclamaba el Gobierno autónomo.

Además de esa cantidad, 309 millones correspondían a inversiones previstas en ciclo anterior que habían quedado sin ejecutar, mientras que de los 206 millones de las obras nuevas, solo 96 millones se destinaban a las actuaciones solicitadas por Andalucía.

Por ello, señaló que cuando el gobierno aprobó la planificación energética no tuvo en cuenta las necesidades de Andalucía, a pesar de que la densidad de la red de transporte por habitante se encuentra un 42 % por debajo de los valores medios del país y que Andalucía, comunidad más poblada y segunda en extensión, quedaba en el noveno lugar.

A partir de esta insuficiente inversión prevista, el Gobierno andaluz entendía que la revisión del plan original abría una ventana de oportunidad para alcanzar dos objetivos. El primero,, conseguir desarrollar toda la potencialidad de la comunidad en materia de energías renovables, y el segundo, ofrecer un ecosistema energético que supusiera un imán para atraer inversiones industriales. Ambos han quedado frustrados.

Paradela destacó que el desarrollo de toda la potencialidad en renovables es algo que el conjunto de España necesita para cumplir los compromisos adquiridos en materia energética con la Unión Europa.

En cuanto al segundo de los objetivos, lamentó el manto de incertidumbre que cubre ahora algunos proyectos de inversión muy destacados al no haberse atendido las peticiones del Ejecutivo andaluz.

La Junta había planteado ante el Gobierno de España cinco líneas de actuaciones que no han sido atendidas, entre las que figuran el cierre del anillo de Sevilla de 400 kilovoltios para satisfacer la demanda energética del Puerto de Sevilla, el adelanto del plazo de ejecución y una nueva posición de suministro para el desarrollo de proyectos mineros en la Faja Pirítica de Huelva o el apoyo a la distribución en la subestación de Llerena para dar servicio a la zona del Guadiato y Valle de los Pedroches en el norte de la provincia de Córdoba.

Tampoco quedan reflejados en la revisión aprobada por el Gobierno de España el adelanto del horizonte de ejecución a 2026 del segundo tramo del nuevo corredor Sevilla-Córdoba y su conexión con Castilla-La Mancha para la integración de renovables, y nuevas posiciones de evacuación de renovables (Puerto de la Cruz, Algeciras, Puebla de Guzmán, Iznalloz y Saleres) y de grandes consumos (Litoral, La Roda de Andalucía y Archidona)

Estas peticiones, presentadas según Paradela «en primera persona» y con el máximo rigor, no han sido atendidas, por lo que la Junta presentará sus alegaciones. El consejero explicó que los dos grandes proyectos ya en marcha en relación con el hidrógeno verde – el del Valle Andaluz del Hidrógeno Verde y el de la naviera Maersk- no están en peligro porque aparecen en el escaso porcentaje de infraestructuras previstas por el Gobierno de España. En cambio, hay otras inversiones «muy destacadas» sobre las que la decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez plantea interrogantes.