La negociación de los Presupuestos sigue abierta tras un primer rechazo a la mayoría de las enmiendas

De momento, las negociaciones no han surtido efecto y por eso la comisión de Hacienda, que al reproducir la correlación de fuerzas parlamentarias presenta una mayoría absoluta del Grupo Popular, rechazó la mayoría de las enmiendas que habian sido presentado por los grupos. De un total de 1.316 apenas cuatro fueron incorporadas al dictamen que llegará al pleno del Parlamento, previsto para el miércoles y el jueves de la semana próxima. Se trata de tres enmiendas presentadas por Vox y una del PSOE-A, todos ellas de carácter técnico que se referían a cuestiones relativas al articulado.

La oposición reaccionó con indignación al resultado de las votaciones celebradas en la comisión. El PSOE-A acusó al Gobierno de haber «desplegado el rodillo» de la mayoría absoluta y su secretario general, Juan Espadas, demandó al presidente de la Junta, Juanma Moreno, que acepte su mano tendida para enmendar las cuentas. El coordinador general de Izquierda Unida en Andalucía, Toni Valero, dijo pidió por su parte al presidente de la Junta que «se remangue» y acepte enmiendas que todavía pueden mejorar los presupuestos, además de calificar de postureo las reuniones que se han mantenido con los grupos de la oposición.

Aunque desde el PP aseguran que la disposición es incorporar la mayor cantidad posible de propuestas de la oposición y que existe una instrucción expresa del presidente de la Junta de que debe hacerse un esfuerzo para que las cuentas lleven la huella de todos los grupos, señalan la dificultad de tomar en cuenta la mayor parte de estas propuestas que llevan una carga política a la que quiere imprimir el Gobierno. «Parecen presentadas para que se las rechacemos», lamentan tras recordar que en los tres presupuestos aprobados tras el cambio político de 2018 se incorporaron unas 140 enmiendas presentadas por la oposición.

No obstante, las conversaciones estarán abiertas hasta el mismo inicio del pleno y desde el PP aseguran que la única frontera que no están dispuestos a cruzar es la que implique un aumento del gasto, lo que implicaría incrementar ingresos a través de mayor carga fiscal o de endeudamiento. Un cambio en esa dirección, señalan desde el PP, supondría ir en contra de la política económica que el PP quiere imprimirle a Andalucía.

De hecho, el pasado jueves el Consejo de Gobierno mostró su disconformidad con las enmiendas presentadas por los grupos parlamentarios que afectaban a la envolvente financiera, al considerar que plantean modificaciones fundamentadas en mayores impuestos, deuda y actuaciones presupuestarias carentes de rigor .

Un Consejo de Gobierno celebrado de manera extraordinaria decidió pronunciarse en contra, en primer lugar, de aquellas enmiendas que proponían la derogación total o parcial de los decretos leyes en los que el Gobierno andaluz ha sustentado las sucesivas bajadas de impuestos aprobadas por la Junta y que considera un pilar fundamental de su política económica.

Entre ellas figuraban algunas de las presentadas por el Grupo Socialista que contemplaban un incremento de ingresos de más de 814 millones de euros recaudados por la derogación de la bonificación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones y de la liquidación de la tarifa autonómica del IRPF mediante la derogación de parte de la ley de Tributos Cedidos. El PSOE también había pedido la recuperación del Impuesto de Patrimonio y del Canon de Mejora del Agua.

También se rechazaron otras enmiendas que planteaban incrementos del crédito, cuya financiación, en opinión del Gobierno andaluz, no sería viable. El Ejecutivo andaluz considera que no se puede renunciar a la estabilidad alcanzada en los últimos cuatro años mediante la contención de la deuda.