Juanma Moreno pide un gran pacto político por la financiación pero no encuentra eco

Moreno advirtió de que estos días, «en tiempo real», están saltando por los aires el progreso y el bienestar de los andaluces al plantearse un nuevo sistema de financiación que rompe con el principio de igualdad para beneficiar a una de las comunidades más prósperas de España.

El presidente llegó a comparar el actual momento político con el proceso autonómico. Recordó que en aquel momento la movilización de la sociedad andaluza impidió que se consolidara una España de dos velocidades, y dijo que le corresponde a Andalucía liderar nuevamente una respuesta «firme y serena» ante el intento de consagrar la desigualdad mediante un sistema de financiación que ponga en primer plano la «singularidad» catalana. «No podemos retroceder 40 años», advirtió.

El debate de política general, que se celebra una vez al año poco antes de culminar el curso político, se convoca a petición del presidente y suele marcar las prioridades políticas para el periodo siguiente.

En esta ocasión, Moreno optó por una argumentación prácticamente monográfica centrada en la financiación autonómica, la injusticia del actual modelo y el peligro de que se vaya hacia un sistema aún más lesivo para Andalucía. El pleno tuvo un formato diferente al habitual y un punto de solemnidad superior, con la presencia de los alcaldes de todas las capitales de provincia con la única excepción del de Málaga, Francisco de la Torre.

En ese marco, el presidente convocó a todas las formaciones políticas a un gran pacto político que impida la consagración de la desigualdad y aludió constantemente al déficit de financiación que ya sufre actualmente Andalucía al recibir cada año 1.500 millones de euros menos de lo que le correspondería de acuerdo a su número de habitantes. «Por si este agravio fuera poco, ahora subimos un peldaño más en la desigualdad, se consagra que los ricos sean cada vez más ricos y que los que tenemos menos recursos seamos cada vez más pobre». También llamó la atención que el principio de progresividad fiscal, que se aplica para las personas al imponerse mayores cargas fiscales a quienes disponen de más recursos, no se aplica para los territorios.

«Cuando otros dicen que aportan más y sostienen los servicios de Andalucía, ¿quieren decir que son más trabajadores o más capaces que los andaluces?. Es un mensaje falso en injusto al que me rebelo y nos debemos rebelar todos», subrayó.

Además se preguntó cuánta riqueza de la que declaran las comunidades más ricas se genera, se produce o se consume en Andalucía. «Los andaluces estamos ante la decisión histórica de callar o pelear para que no nos arrinconen», afirmó antes de advertir de que si se crea una financiación a la carta para Cataluña el sistema perdería entre 25.000 y 30.000 millones de euros y Andalucía sería la comunidad autónoma más perjudicada.

La convocatoria del presidente no encontró eco. El socialista Juan Espadas recordó que su postura siempre ha sido la de conseguir un nuevo modelo, pero afirmó que Antiene recursos económicos de sobra, lo que le falta es capacidad para gestionarlos. «Andalucía recibe ahora más fondos que nunca, el problema es cómo se utiliza ese dinero». En un sentido similar, Inmaculada Nieto, de Por Andalucía, aseguró que lo planteado por el presidente de la Junta es estéril y sobreactuado. «No hay ningún grupo en la Cámara que no haya dicho que el modelo de financiación es injusto», señaló.

Desde Vox, su portavoz, Manuel Gavira, también centró sus críticas en la gestión de los servicios públicos y aseguró que el PP y el PSOE son corresponsables del actual sistema de financiación.