Juanma Moreno acometerá una remodelación reducida de su gobierno

El PP y Ciudadanos mantienen estos días negociaciones para acometer una remodelación del gobierno bipartito de la Junta. Una reestructuración que «no será amplia», según admitió ayer el presidente de la Junta, Juanma Moreno. Sobre el grado que alcanzarán estos cambios, fuentes consultadas explicaron que será más «técnica» que política y afectará al segundo nivel de estructura con la reasignación de áreas de distintas consejerías, aunque no precisaron cuáles serían, al tiempo que descartaron modificaciones en las consejerías.

Tras un par de días en las que el asunto se coló en la agenda política andaluza, Moreno reconoció públicamente este miércoles en Málaga las conversaciones para llevar a cabo una remodelación que pretende adaptar la estructura gubernamental a las necesidades y retos que plantea la crisis sanitaria de coronavirus y sus efectos derivados en el ámbito económico y socia.

«No es una crisis de gobierno y no es una remodelación amplia, sino fórmulas para optimizar y actualizar el gobierno y adaptarse a las nuevas circunstancias de la pandemia, que exige mucho de todas las instituciones, para ser más funcionales y operativos», afirmó el presidente andaluz, quien añadió que tras año y medio de gestión es «bueno» reorganizar los equipos.

En la misma línea, Juan Marín, vicepresidente de la Junta y portavoz de Ciudadanos en Andalucía, sostuvo que se deben hacer «retoques» en algunas consejerías para ser «más eficaces y más ágiles» en la respuesta ante la crisis derivada por la pandemia del Covid-19 y negó que los cambios obedezcan a una crisis de gobierno porque el ejecutivo autonómico goza de «mucha estabilidad».

Eso sí, en sus declaraciones Marín deja abierta la puerta a que se puedan ampliar o reducir el número de consejerías. «No tengo ningún complejo si hay que aumentar una consejería o reducir porque el Gobierno de Pedro Sánchez tiene 21 ministerios, nosotros tenemos once consejerías y hemos reducido más de 17 millones de euros de gastos en cargos públicos en la Junta en un solo año», recalcó, al tiempo que subrayó que cualquier cambio «no le va a costar más a los andaluces».

El líder de Ciudadanos espera que esta remodelación se produzca cuanto antes y negó que detrás de ella haya divisiones internas en el seno de su partido. En este sentido, subrayó que los cinco consejeros naranjas del gobierno andaluz se mantendrán en sus actuales responsabilidades.

El análisis que hace la oposición de esta futura remodelación es diametralmente opuesto. PSOE-A y Adelante Andalucía enmarcan la reestructuración del Gobierno andaluz en una crisis interna de Ciudadanos, cuyo líder regional fue el primero en desvelar el pasado lunes ese propósito para reordenar el gabinete autonómico

El portavoz parlamentario de los socialistas, José Fiscal, dijo que el Gobierno andaluz se «tambalea» y lamentó que se use como «excusa» la pandemia para «ampliar la estructura de la Junta cuando detrás no hay más que la crisis de Ciudadanos».

En este sentido, Fiscal sostuvo que Juan Marín, «intenta contentar a sus afines dentro de su formación utilizando al Gobierno para asuntos orgánicos» y quiere «laminar a sus críticos por no seguir la vía iniciada por su partido en el ámbito nacional, abriéndose a pactar con otros partidos que no sean necesariamente la derecha o la extrema derecha».

Ángela Aguilera, portavoz adjunta de Adelante, dijo que esta remodelación es fruto de la «crisis interna» del gobierno y de la «bronca interna» que se vive en el seno del partido naranja. «Andalucía tiene un vicepresidente de la Junta como Juan Marín que es un verso suelto», recalcó.

Vox, el socio parlamentario que sustenta al Gobierno de PP y Ciudadanos, también lanzó un mensaje de advertencia sobre esta remodelación y avanzó su rechazo si simplemente se traduce «en colocar a personas en puestos directivos de la administración», según su portavoz parlamentario, Alejandro Hernández.

Hernández añadió que se trata de «un asunto interno» del Gobierno andaluz pero reconoció su preocupación si al final la remodelación no responde a fines organizativos, a una mejora de la gestión o a una racionalización de los medios de los que se dispone.