El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el candidato socialista que a desplazarlo, Juan Espadas, comenzaron a librar ayer un duelo por el espacio que ambos aspiran a ocupar: el de campeones de la moderación, el diálogo y la lealtad institucional. Lo hicieron en el Parlamento de Andalucía, donde mantuvieron una reunión a solas para explorar posibles vías de colaboración en lo que queda de legislatura. Moreno quiere contar con los socialistas para sacar adelante algunas cuestiones clave, como la Ley de Impulso y Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA), sin depender de los vaivenes de Vox; Espadas pretende hacer valer la fuerza parlamentaria de su grupo, el más numeroso de la Cámara, para incidir en la política regional y marcar una nueva impronta a la política de oposición del PSOE.
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El portavoz del Grupo Popular, José Antonio Nieto, que compareció tras la reunión entre ambos líderes, dijo que su partido confía en que la oferta de diálogo sea sincera y no se trate de una estrategia «para ganar tiempo ante el miedo de los socialistas aunas elecciones andaluzas que les vendrían muy mal».
Nieto indicó que el planteamiento de Espadas difiere notablemente de las formas y el fondo de la política puesta en marcha por los socialistas durante los dos años que Juanma Moreno lleva en el Palacio de San Telmo y mostró su confianza en que el encuentro de ayer suponga la base de una colaboración fructífera. «Espero que se concrete en hechos», indicó.
Por su parte, Espadas detalló que las principales áreas en las que ha ofrecido su disposición a llegar a acuerdos son la gestión de los fondos europeos de recuperación, la financiación autonómica y local y la nueva LISTA, que volverá a la Cámara tras ser rechazada hace un mes.
Sobre ésta, dijo que si los grupos que sustentan al Gobierno se comprometen a negociar los aspectos que el PSOE considera más polémicos, que se refieren al suelo rústico, el Grupo Socialista no presentaría una enmienda a la totalidad. El candidato advirtió no obstante que el Partido Popular tiene que decidir si quiere pactar con Vox o abrir un proceso de diálogo con el PSOE. Para Espadas, existe espacio para el acuerdo.
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A pesar de este giro en la estrategia política de oposición, el candidato se cuidó de no criticar el rumbo llevado en los últimos dos años por su formación y dijo que no hasta ahora no ha habido interés en llegar a acuerdos por parte del Gobierno andaluz.
Previamente al encuentro, Juanma Moreno también se refirió a la oferta de colaboración lanzada por Espadas. Lo hizo en la sesión parlamentaria de control al responder a una pregunta de la nueva portavoz socialista, Ángeles Férriz, y mostró su confianza en la sinceridad del candidato socialista. «Asumo el reto, soy persona de diálogo y pactista», dijo el presidente, que instó al Grupo Socialista a dar su respaldo a la nueva norma urbanística, que volverá al Parlamento tras no superar hace un mes el obstáculo de una enmienda a la totalidad presentada por Adelante Andalucía. Este grupo ha anunciado que la volverá a presentar, «Espero que podamos contar con su voto», dijo Moreno dirigiéndose a los escaños socialistas.
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El presidente aseguró que lleva dos años y medio pidiendo diálogo al Grupo Socialista y que hasta ahora no ha conseguido respuesta.
En su intervención, Férriz, que afeó al Gobierno andaluz lo que considera escaso apoyo de la Junta a los ayuntamientos durante la pandemia, instó al presidente de la Junta a aprovechar la oferta de diálogo y colaboración lanzada por Espadas. «No va a encontrar usted a nadie con mayor sentido de Estado», afirmó.
Mario Jiménez «no estaba muerto, estaba de parranda»
El exportavoz parlamentario socialista Mario Jiménez, ausente de la Cámara desde que fuera apartado de ese puesto por Susana Díaz, volvió ayer al Parlamento para interpelar al consejero de Hacienda, Elías Bendodo. En saludo de cortesía, Bendodo aseguró alegrarse de su vuelta «en plenitud de facultades y atendiendo a las exigencias de su responsabilidad» y le dijo que era «el perfecto ejemplo de que la profesión de la política es el único sitio donde se muere varias veces pero uno resucita». En el momento de intervenir, el diputado socialista le respondió que «uno no estaba muerto, estaba de parranda».
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