La posibilidad de que Pedro Sánchez reedite su acuerdo político con los nacionalistas incorporando a la ecuación a Junts Per Catalunya no sólo conduciría a que no hubiera relevo en La Moncloa. También cerraría la posibilidad de alternancia política en Andalucía. Esa es la convicción ... que reina en el Gobierno andaluz, cuyo presidente, Juanma Moreno, lanzó este jueves una advertencia al PSOE de Andalucía: si Sánchez vuelve a pactar con el amplio arco de nacionalistas vascos y catalanes al que ahora se sumaría Carles Puigdemont, los socialistas andaluces quedarán condenados a seguir en la oposición durante muchos años. En su opinión, es imposible que la sociedad andaluza acepte unos acuerdos que la perjudicarán irremediablemente.
Publicidad
Moreno hizo esa apreciación en una sesión de control, la última del actual curso político, celebrada este jueves en el Parlamento de Andalucía que arrojó una gigantesca paradoja. Las caras sonrientes y el jolgorio que bajaba desde las filas socialistas, donde aún se celebra que el resultado de las urnas impida la conformación de un gobierno del Partido Popular con Vox, no se correspondió con los temas elegidos por su secretario general, Juan Espadas, para interpelar al presidente de la Junta, Juanma Moreno.
En una sesión marcada por la resaca electoral, el Grupo Socialista fue el único que evitó entrar en ese debate. A pesar que desde sus filas se lanzaron como pocas veces ruidosas muestras de adhesión o rechazo a las intervenciones que desde los otros grupos se hicieron sobre la cuestión que monopoliza en estos días el debate público, Espadas eligió preguntar al presidente sobre los contratos de emergencia realizados durante la pandemia por la Consejería de Salud y no hizo comentario alguno en su intervención sobre el resultado electoral.
Quien sí lo hizo fue Moreno, que mostró su sorpresa por lo que definió como «ambiente de euforia forzada» en el Grupo Socialista después de haber perdido su tercera elección consecutiva en Andalucía y de ser ésta la comunidad en la que los comicios restaron más escaños al PSOE y sumaron más al PP. «¿Entonces por qué están tristes?», le interrumpió Espadas desde su escaño. Moreno respondió con el argumento de que la mayoría alternativa a un eventual gobierno del PP en minoría sería perjudicial para Andalucía, ya que el trato privilegiado que exigirán las formaciones nacionalistas para sus territorios lo acabará pagando la España meridional, y especialmente Andalucía. Por eso, aseguró Moreno, lo mejor para España, para Andalucía y también para el PSOE es que el presidente sea Núñez Feijóo.
También se refirió a las muestras de euforia socialista el portavoz del Partido Popular, Toni Martín, quien afirmó con ironía que a base de perder elecciones «hay algunos a quienes les acaba gustando».
Publicidad
Antes de que el PSOE obviara entrar en este debate, quien sí lo hizo fue la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, cuyo grupo parlamentario está integrado por las mismas formaciones políticas que componen la coalición Sumar. No sin ironía, Nieto felicitó doblemente a Juanma Moreno. Primero, en su condición de presidente del PP de Andalucía, por haber ganado las elecciones en la comunidad autónoma, pero también, como presidente de la Junta, porque considera que una reedición del gobierno de coalición será la mejor noticia para Andalucía ya que, en que opinión, los andaluces se podrá seguir beneficiando de una llegada extraordinaria de fondos y de una política que ha beneficiado a una mayoría de andaluces a través del incremento de las pensiones y del salario mínimo y la reforma laboral.
Para Nieto, el resultado electoral debe abrir un nuevo panorama en las relaciones entre el Gobierno central y la Junta, por lo que invitó a Moreno a abandonar su política de confrontación con Sánchez que en su opinión sólo lleva a la crispación de la sociedad.
Publicidad
El presidente de la Junta también confrontó con Vox a cuenta del proceso electoral al acusar a esta formación de haberse convertido en el mejor aliado de Pedro Sánchez con posicionamientos que no hicieron más que movilizar al electorado de izquierdas.
El portavoz de esa formación, Manuel Gavira, reprochó que el PP propusiera pactar con el PSOE que gobernara la lista más votada y que hubiese apelado al voto útil para acaparar todo el voto de la derecha. En su opinión, hay tres millones de votantes de Vox que se sintieron insultados por este posicionamiento y advirtió de que el Partido Popular tiene todavía mucho que aprender si quiere volver a gobernar en España.
Publicidad
Los reproches con los que Moreno respondió a estas afirmaciones marcaron el punto más alto del debate. El presidente de la Junta aludió a las «frases incendiarias» que Vox lanzó en plena campaña, lo que en su opinión aumentó la movilización de los votantes socialistas. Se refirió expresamente a la posición de Vox en relación con el colectivo LGTBI, que en su opinión omite considerar que una gran cantidad de votantes de derechas que tienen hijos homosexuales se sienten violentados con esa actitud, del mismo modo que las posiciones de esa formación relativas a la violencia machista parecen olvidar que más del 50 por ciento de las personas que viven en España son mujeres y que a una gran mayoría de españoles con hijas, mujeres o madres les preocupa la proliferación de la violencia contra las mujeres.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.