

Juanma Moreno amplía el debate de Doñana y lo convierte en una censura a Pedro Sánchez por falta de apoyo al campo
El presidente reprocha a los socialistas andaluces su cambio de postura y niega a Vox la paternidad de la iniciativa sobre los regadíos
Con las elecciones en las que se decidirá la suerte de ayuntamientos y diputaciones en el horizonte, el debate sobre la propuesta para regularizar regadíos ... en el entorno de Doñana ha tomado un cariz que excede largamente al entorno del Condado de Huelva. Juanma Moreno ha decidido redoblar el pulso con el Gobierno y presenta la posición de Pedro Sánchez en este asunto como una metáfora del ninguneo al que, en su opinión, somete al sector primario.
En el PP están convencidos de que la polémica abierta en torno a esta iniciativa, lejos de suponer desgaste alguno para la Junta de Andalucía, ha fortalecido su posición no solamente en la provincia de Huelva, donde aspira a arrebatarle a los socialistas tanto la Diputación como el ayuntamiento de la capital, sino también en todos los rincones de Andalucía donde la sequía, la PAC y el aumento de costes ha llevado a los agricultores a una situación desesperada. El presidente de la Junta lo advirtió durante uno de sus intervenciones en la sesión de control parlamentario de este jueves, en la que la cuestión de Doñana se citó una y otra vez. «Los agricultores están pendientes de las posiciones que cada uno va a marcar», dijo.
Moreno aprovechó el debate para recordar las obras hidráulicas pendientes por parte del Gobierno en un momento en el que la sequía las hace imprescindibles para garantizar la continuidad de la actividad agrícola en las zonas más afectadas por la sequía. El presidente aludió a lo que considera falta de voluntad del Gobierno para dar una respuesta ante la falta de agua y puso como ejemplo las inversiones comprometidas en Andalucía oriental, donde sobre un compromiso de inversión de 15 millones y medio de euros, aseguró, sólo se han ejecutado 1,7 millones, mientras que en la parte occidental de la comunidad se han ejecutado tres de los 22 millones comprometidos. Estas cifras, en su opinión, demuestran la dejación y la falta de voluntad y de sensibilidad del Gobierno hacia los agricultores y ganaderos andaluces.
Los plazos previstos desde la presentación de la propuesta contemplan su aprobación no antes de finales de julio
Durante toda la sesión, las acusaciones de electoralismo volaron de un ala a la otra del hemiciclo, aunque lo más probable es que la polémica sobreviva más allá de los comicios municipales del 28 de mayo. Los plazos de tramitación de la ley, aunque discurren por la vía de urgencia, no alcanzan ni de lejos para que la proposición sea aprobada antes de esa fecha. Las previsiones del Grupo Popular, según adelantó semanas atrás su portavoz, Toni Martín, es que la ley se apruebe como muy pronto al final del actual periodo de sesiones, antes del receso parlamentario de agosto, aunque también se contempla que sea a principios de septiembre. El próximo paso será la elección de los comparecientes en el plazo de escucha a los agentes sociales afectados, que se llevará a cabo en la próxima mesa de la comisión de Fomento programada para finales de este mes.
Callejones sin salida
En un asunto en el que resulta casi imposible encontrar posibles puntos de acuerdo, el presidente de la Junta y el secretario general socialista, Juan Espadas, expresaron este jueves una coincidencia. Los dos aseguran que su adversario ha entrado en un callejón sin salida. Moreno entiende que el jefe de la oposición ha quedado en evidencia tras abogar el año pasado por una solución que tenga en cuenta los reclamos de los agricultores y ahora mostrarse contrario a la proposición de ley tras verse obligado a asumir la línea de oposición frontal del Gobierno de Pedro Sánchez. En concreto, lo acusó de haber «entregado la plaza» del PSOE de Andalucía, una formación que siempre se caracterizó por la defensa de su autonomía, a las directrices que llegan desde el presidente del Gobierno. Por eso considera que los socialistas intentan quitar el foco de este asunto y volver a concentrar en la sanidad el grueso de sus críticas contra la Junta.
Pero para Espadas, quien se encuentra en un callejón sin salida el el presidente de la Junta. En su opinión, hay «un antes y un después» por la decisión de Moreno de llevar esta iniciativa al Parlamento «a las bravas», con lo que ha consumado un gran error que termina la «luna de miel» de Moreno con los andaluces. En el PSOE entienden que no hay marcha atrás posible para el presidente, obligado a continuar con un proyecto que no tiene viabilidad.
En la Junta aseguran que Moreno sólo se plantearía retirar la proposición en el caso de que se pusiera sobre la mesa una alternativa que resolviera el problema de los regantes injustamente excluidos del Plan de la Fresa.
Desde el otro flanco, en Vox, que se arroga la paternidad de la proposición y también aspira a traducir en votos el descontento y la desesperación de los agricultores, entienden que el PP está en una posición incómoda por la oposición manifestada desde las instituciones europeas. «Cuando hay algo que no le gusta a Bruselas o que molesta a la izquierda, ustedes empiezan a desdecirse», afirmó su portavoz, Manuel Gavira.
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