Montero alude a una financiación especial para Cataluña y provoca otra tormenta en Andalucía

En el Ejecutivo andaluz temen que el presidente del Gobierno utilice la cuestión de la financiación como moneda de cambio en sus negociaciones con los nacionalistas catalanes. Las reservas en la Junta son mayúsculas ahora, cuando a la necesidad de Sánchez de mantener la mayoría parlamentaria se le ha sumado un nuevo objetivo: conseguir la investidura de Salvador Illa en la Generalitat catalana.

Los nacionalistas catalanes no se han escondido a la hora de señalar su aspiración de conseguir un sistema de financiación homologable al del País Vasco, que recauda sus propios impuestos y no aporta a la caja común más que aquello que se considera que cuestan los servicios que le presta el Estado.

En la Junta entienden que ello supondría acabar con el sistema de solidaridad interterritorial y que Andalucía sería la principal perjudicada. De todas las comunidades autónomas, solamente Madrid, Cataluña y Baleares son aportantes netas al sistema común.

Este jueves, en unas declaraciones formuladas a Radio Nacional, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda afirmó que las cuestiones singulares que tienen algunas comunidades autónomas como Cataluña deben tener un tratamiento especial en materia de financiación autonómica. Aunque insistió en desarrollar una negociación junto al resto de comunidades autónomas para impulsar un modelo que sea válido para todas y en abordar el debate sobre la financiación autonómica «dentro de un contexto global», desde Andalucía estas declaraciones fueron interpretadas como el anuncio de un nuevo agravio.

En la Junta consideran que no hay recursos suficientes para dar a Cataluña lo que pide e igualar esa demanda con Andalucía, especialmente por el papel equilibrador que siempre ha jugado esta comunidad como la más poblada de España. Lo que consigue Andalucía, como sucedió cuando se definió el modelo autonómico, después se acaba trasladando al resto del país.

Este jueves en el Parlamento, Juanma Moreno aseguró que se está ante «la enésima cesión al independentismo y el enésimo cheque que paga Sánchez al independentismo para mantenerse en el poder» y para intentar que Illa sea presidente de la Generalitat.

En su opinión, así se rompería el principio de igualdad y solidaridad, al privilegiarse a un territorio sobre otros y recordó que siendo consejera de Hacienda, la propia Montero cifró en casi 5.000 millones de euros el déficit que tenía Andalucía en materia de financiación. «Lo que nos vamos a permitir por parte del Gobierno de Andalucía es un nuevo maltrato y un nuevo paso en la ruptura de ese principio de solidaridad interterritorial que tenemos que tener entre los españoles», dijo.

Esta cuestión volvió a surgir durante la sesión de control, en la que el presidente de la Junta reprochó a los socialistas que después de cinco años en el poder no hayan sido capaces de arreglar el sistema de financiación y recordó al secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, que votara en contra del fondo de compensación que reclama la Junta de Andalucía. También le reclamó que se rebele contra lo que considera una nueva injustica contra el territorio andaluz en referencia a las declaraciones de la vicepresidenta.

Espadas negó la mayor. Aseguró que la vicepresidenta no defiende un sistema especial para Cataluña y tampoco una negociación bilateral entre el Gobierno central y el catalán, sino que aspira a un acuerdo en el que participen todas las comunidades.