
Alberto Fiz
Málaga
Jueves, 29 de septiembre 2022, 13:17
La persona nacida en Zújar más buscada en la Wikipedia es Fernanda Fernández, una monja nacida en 1755. Es una de las personas intersexuales más antiguas que se ha documentado en la historia. Criada como mujer en una familia cristiana se convirtió en monja en la Orden de las Clarisas Capuchinas. Desde pequeña ya se dio cuenta de que en algunas ocasiones parte de sus genitales aumentaba de tamaño al menos unos tres centímetros cuando se excitaba. Nunca fue importante para ella ni reflexionó sobre el tema debido al pudor de la época. No había apenas casos conocidos de personas intersexuales en la época y Fernanda no entendía su situación. En concreto, las personas intersexuales son aquellas que nacen con los atributos sexuales de hombre y de mujer. La identidad de género de estas personas pueden ser de hombre, de mujer, de ambos o de ninguno.
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Fernanda, en su profunda vocación religiosa, cuando ya tenía 32 años fue con su confesor y le explicó su situación. Quería que la echasen del Monasterio porque creía que era un hombre y no una mujer. Pero nadie le hizo caso y sus confesores alegaron que se debía a un «fuerte histerismo los estímulos carnales que sentía». Así fue durante cinco años hasta que por fin la escucharon. No fue hasta la llegada del siguiente confesor que alguien le hizo caso. Ante tan extraña situación para la época, llamaron a los mejores teólogos y físicos y encerraron a Fernanda bajo llave separada de sus compañeras. Avisaron al arzobispo de Granada que permitió el acceso a una comadrona que la examinó y certificó que era un hombre, así que en 1792 Sor Fernanda fue expulsada. Después de ello fue observada por dos médicos, dos cirujanos y una matrona, cuyo veredicto no tiene desperdicio y fue el siguiente:
Descubríanse baxo la región hipogástrica dos labios unidos en la parte superior al monte de Venus, y en la inferior al perineo, formando la rima mayor. Separados los labios no se encontraron ninfas ni clítoris; pero en el sitio que debía ocupar éste, se manifestó el conducto urinario, por donde salía ese líquido. Dos líneas más abajo no se halló el orificio externo de la vagina, y en su lugar estaba un perfecto pene demarcado su balano en la parte superior por una línea membranosa, que lo circunscribía, y terminaba con el uréter por donde deponía mensualmente desde los 14 a los 15 años una corta cantidad de sangre, expeliendo también por el mismo conducto un líquido seminal, cuando experimentaba alguna erección o estímulos venéreos. El pene carecía de prepucio; cuando se observó tendría pulgada y media de longitud, y en su erección aseguró llegar a tres pulgadas. En la base de ese miembro se encontraron dos eminencias colaterales redondas y pequeñas en forma de testículos, cubiertos por la misma túnica que interiormente cubre las partes carnosas de los labios.
Con este análisis, el arzobispo decretó que Fernanda Fernández era un hombre, impidió que volviera a ser una monja y la obligó a vestir como un hombre.
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