Andalucía pierde cuota en el nuevo Gobierno con sólo dos ministros en un Consejo de 22

La salida del malagueño Alberto Garzón, nombrado por en la anterio legislatura por el cupo de Unidas Podemos, no se ha traducido en la entrada de un ministro andaluz en la nueva coalición de izquierdas conformada por ese espacio político, mientras que por el PSOE se mantienen como ministros los ex consejeros de la Junta de Andalucía María Jesús Montero en Hacienda y Luis Planas en Agricultura.

Como contrapartida, Montero sube de rango en el Consejo de Ministros, ya que aunque se mantiene en la misma responsabilidad que ya venía ocupando, lo hace como vicepresidenta cuarta del Gobierno.

Tanto Montero como Planas han tenido durante la legislatura anterior relaciones conflictivas con Andalucía. La primera, que en su época de consejera de la Junta encabezó el reclamo de un cambio de un sistema de financiación autonómica que posterga a esta comunidad como la tercera que menos recursos recibe por número de habitantes, ha hecho oídos sordos desde que se convirtió en ministra de Hacienda ante la petición que ella misma lideraba: comenzar el proceso para diseñar un nuevo modelo y dotar mientras tanto a Andalucía de un fondo transitorio para compensar el déficit de financiación que viene padeciendo desde 2008.

Ahora, las circunstancias políticas le obligarán a abrir ese debate, pero por una razón muy diferente: el pacto de investidura alcanzado con los partidos nacionalistas de Cataluña, que reclaman una mejor financiación para esa comunidad autónoma y con los que ya se ha acordado una reducción sustancial de la deuda que la Generalitat mantiene con el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA).

Con estos condicionantes, Montero estará en el centro de la controversia entre la Junta de Andalucía y el Gobierno de España durante la legislatura que se inicia.

Tampoco ha sido menor la polémica entre el ministro de Agricultura, Luis Planas, y el Gobierno andaluz, esta vez a cuenta del nuevo reparto de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC), con el que, según el Gobierno andaluz, la comunidad ha perdido en torno a 500 millones de euros.

Una cuestión sobre la que la Junta tenía inquietud era la continuidad de Teresa Ribera, con quien negocia desde hace cinco semanas una solución para la corona norte de Doñana. Ribera seguirá al frente de Transición Ecológica, por lo que las conversaciones no sufrirán un problema añadido a su propia complejidad.

Tras conocerse la composición del nuevo Gobierno, el presidente de la Junta , Juanma Moreno, lo calificó de continuista y compuesto ministros sumisos a Pedro Sánchez. «Es un Gobierno evidentemente continuista, sin mucho perfil técnico y con mucho perfil de sumisión al jefe supremo, que es el señor Sánchez, y, por tanto, poco perfil técnico y profesional», dijo el presidente andaluz, que indicó que le hubiese gustado un ejecutivo «mucho más técnico y mucho más profesional, y no un perfil de ministros agradecidos, leales, subordinados y sumisos a las tesis de Sánchez».

Moreno reconoció que esperaba alguna incorporación proveniente del mundo empresarial, social o cultural, pero a continuación matizó que en el caso de que Sánchez hubiese hecho un ofrecimiento a algún posible ministro con ese perfil, nadie de relevancia lo hubiese aceptado porque se trata de un gobierno muy devaluado y contestado en la calle. «Estoy seguro de que las grandes figuras, desde el punto de vista social, económico e institucional no van a querer colaborar con un Gobierno de esta naturaleza», aventuró.

Desde las filas del socialismo andaluz no han cesado de llegar felicitaciones a los ministros que repiten. El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, dio la enhorabuena a los nuevos ministros y en especial a los dos andaluces. En su opinión, el nuevo gobierno es «un excelente grupo humano, innovador, feminista y de gestión solvente y contrastada, que mezcla experiencia y juventud». En su cuenta de la red social X (antes Twitter), escribió que «no hay mejor aval para dar inicio a estos cuatro años de avances, prosperidad y justicia social en Andalucía y España».