La Junta de Andalucía decidió mantener la obligatoriedad del uso de la mascarilla en los centros sanitarios a principios de febrero a pesar de la tendencia a la baja de la incidencia en la comunidad de los virus respiratorios como la gripe o el covid. Se aludió, en su momento, al «objetivo de no confundir a la población y hacer las cosas de manera sensata para que ellos la entiendan».
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Una semana después, la consejera de Salud y Consumo, Catalina García, ha confirmado que la utilización de la mascarilla en los centros sanitarios andaluces ha llegado a su fin, por lo menos de momento. García ha argumentado que, ante la mejora de la situación epidemiológica y tras una nueva bajada de la incidencia del conjunto de las infecciones respiratorias agudas, el uso de este medio de protección dejará de ser obligatorio en estos lugares a partir de este sábado 10 de febrero.
No obstante, la consejera pide «precaución» a los andaluces ya que «los virus siguen entre nosotros» y recomienda su uso en entornos vulnerables.
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