Pablo Iglesias recupera el control de Podemos Andalucía

La gaditana afincada en Córdoba Marina Velarde es desde ayer nueva secretaria general o coordinadora de Podemos Andalucía tras ganar las primarias en esta comunidad frente a otras tres candidaturas. En la consulta, que concluyó el miércoles, han participado 8.028 inscritos en el partido en Andalucía. Velarde, de 41 años, abogada de profesión y diputada en el Congreso, se ha alzado con el 72,8% de los votos (5.573), seguida de María Jesús Castaño, con 931 votos (12,2%), y de Miguel Aguilera, con 635 votos (el 8,3%), según comunicó la dirección nacional del partido morado la noche del viernes.

Velarde sustituirá a Teresa Rodríguez, que abandonó Podemos esta primavera por estar en contra de la coalición de gobierno con los socialistas. La elección de Velarde implica algo más. Tanto ella como los miembros del nuevo Consejo Andaluz, máximo órgano de dirección, son afines a Pablo Iglesias. El triunfo rotundo permite al líder de la formación morada y vicepresidente del Gobierno recuperar el control del partido en Andalucía.

Esto no sucedía desde que en 2016, un año después de lograr que Podemos se estrenase por primera vez en un parlamento en España, Teresa Rodríguez, de la corriente Anticapitalistas, aceptó el apoyo de Iglesias para ganar las primarias entonces frente a dos candidaturas de gran fuste apadrinadas por Íñigo Errejón. Aquella ocasión fue una raya en el agua. Rodríguez siempre ha mantenido una constante tensión con la dirección nacional de Podemos y visibles discrepancias con Iglesias, con el que pactó el pasado febrero su salida del partido sin aparente ruptura. Incluso ambos anunciaron esta separación amistosa en un vídeo dejando la puerta abierta a futuras cooperaciones.

Esto es difícil que ocurra, según admiten en Podemos y en el grupo de Teresa Rodríguez. En los últimos meses las divisiones se han agudizado sobre todo por el futuro de Adelante Andalucía, la confluencia creada con Izquierda Unida y otras dos formaciones de corte andalucista (Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista). El principal escollo al que se enfrenta Velarde es qué papel va a poder desempeñar en el grupo parlamentario de Adelante Andalucía, donde salvo los seis miembros de IU, ninguno de los restantes once están con Podemos pese a que este partido ha sido la llave de entrada de todos ellos en la Cámara andaluza. De los once, nueve son de Anticapitalistas y abandonaron Podemos junto a Teresa Rodríguez, mientras que los otros tres no han participado en las primarias y se barrunta su marcha también del partido.

Teresa Rodríguez tuvo un duro enfrentamiento con la dirección de Iglesias cuando en 2018 fraguó la confluencia Adelante Andalucía para acudir con esta marca y no con Unidas Podemos a las autonómicas andaluzas, que se celebraron en diciembre de 2018. Iglesias envió a la diputada Isabel Franco a enfrentarse con Rodríguez en unas primarias a la candidatura a la Presidencia, que esta ganó de manera clara. Franco forma parte de la candidatura de Velarde y estará en el Consejo Andaluz. Rodríguez también peleó por acudir a las generales con la marca Adelante Andalucía y no con Unidas Podemos, pero Iglesias y también Alberto Garzón (IU) no le dejaron.

Rodríguez, con gran carisma, ganó todas las confrontaciones en el seno de Podemos Andalucía frente a los partidarios de Iglesias e Íñigo Errejón desde que en 2015 aterrizó como una desconocida eurodiputada de la sorpresa de Podemos en las europeas de 2014 y heredera del 15-M. Solo una vez perdió, en el referéndum del pasado noviembre cuando la militancia apoyó en un 96% la entrada de Podemos en el Gobierno con los socialistas. Desde entonces Rodríguez enfocó su salida de Podemos y reforzar Adelante Andalucía como un partido con el que presentarse a las elecciones generales, según suscribe en un documento de Anticapitalistas.

Con este y en plena pandemia dio un golpe de mano para hacerse con el control del grupo parlamentario de Adelante Andalucía introduciendo su corriente Anticapitalistas como parte integrante de la confluencia. Una operación con la que se ganó la enemistad de Izquierda Unida e hizo aflorar la gran división en la izquierda andaluza. Detrás de todo ello está el control de la marca, pero también del presupuesto asignado por el Parlamento al grupo, 1.665.993 euros anuales, de los que IU se queda con el 30%. ¿Qué va a pasar con el otro 65% que corresponde a Podemos y que era su principal fuente de financiación?

En declaraciones a este periódico el pasado miércoles, Marina Velarde dijo estar dispuesta a hablar y a trabajar por la unidad de las fuerzas de izquierda en Andalucía, pero sin líneas rojas. Más que del futuro de Adelante Andalucía, a la nueva dirección de Podemos le interesa sobre todo relanzar de nuevo esta marca, defender sus logros en el Gobierno y preparar un futuro similar. «Queremos un Podemos Andalucía que tenga capacidad de hacer gobierno. No podemos ser una izquierda andaluza que siempre esté en la oposición y poniendo líneas rojas y que no aspira a gobernar», manifestó. Sobre Adelante Andalucía dijo que es una cuestión «jurídica y técnica». En el seno del grupo se asume que la cuestión acabará en los tribunales si no hay acuerdo.

Otro de los retos será la recuperación de las bases de Podemos. La salida de Teresa Rodríguez y la consulta que ha ganado Martina Velarde hacen visible una dura división de estas hasta el punto de desinflar la participación. En teoría hay algo más de 84.000 inscritos de Podemos en Andalucía, según informó la dirección nacional en el referéndum de noviembre pasado sobre el pacto de coalición con el PSOE. En aquella consulta votaron 21.603 militantes y fue la de mayor participación en su historia. En las primarias a la Presidencia de la Junta que enfrentaron a Teresa Rodríguez con Isabel Franco en 2018 la participación fue de 11.000 inscritos (ganando la primera con el 75% de los votos).

En las primarias anteriores a estas para la elección de la dirección regional, en noviembre de 2016, siendo incluso las más disputadas y con mayor relevancia mediática, participaron 17.622 inscritos (Rodríguez ganó con el 75,6%). La implicación en estas primarias (8. 028 inscritos) ha sido la menor, la mitad de la de 2016, pero solo de tres mil menos que las de Rodríguez con la también pablista Franco hace dos años. Hay que tener en cuenta que desde entonces Podemos ha sufrido la marcha de los errejonistas y ahora de los anticapitalistas. Y también una circunstancia excepcional que nunca antes se ha dado, la pandemia de Covid. El hecho de que el equipo de Teresa Rodríguez haya controlado las redes sociales y la sede de Podemos Andalucía hasta el mismo miércoles, tampoco ha contribuido a la movilización.