Manifestación por los 15 años del asesinato de Marta del Castillo

Por este asesinato fue condenado el joven Miguel Carcaño a 21 años y tres meses de cárcel, una pena que aún sigue cumpliendo, aunque ya solo le restan seis años para poder salir en libertad. En esta concentración, organizada por el abuelo de la joven sevillana, José Antonio Casanueva, participaron unas 200 personas, entre amigos, allegados y ciudadanos espontáneos que se han sumado a la convocatoria.

La familia de la joven reclamó la repetición del juicio celebrado en 2011 contra los adultos acusados en el caso, de los que tres resultaron absueltos, además de solicitar a la Policía y la Justicia que sigan investigando para encontrar el lugar donde se encuentra el cadáver de la víctima.

El abuelo de la víctima agradeció el cariño y apoyo de toda la ciudadanía y dijo que es «un día muy doloroso para toda la familia, era mi primera nieta, era maravillosa y ha sido una pérdida enorme», además de añadir que tras 15 años desde el asesinato de la joven «la familia está como el primer día».

José Antonio Casanueva reclamó a la Justicia clonar los teléfonos móviles de los implicados para avanzar en la búsqueda del cuerpo de su nieta, ya que «lo único que queremos es que aparezca el cuerpo y poder descansar», subrayó.

De este modo, insistió en la necesidad de ampliar la clonación de móviles a otras personas relacionadas con el asunto, porque se trata de una medida «fundamental para saber dónde está el cuerpo». Además, reclamó «justicia al Supremo, pero no al Tribunal Supremo, sino que esa petición se la formulo a Dios para encontrar a mi nieta.

Por su parte, el padre de la víctima, Antonio del Castillo, señaló a la Justicia como «responsable» de que todavía no haya sido localizado el cadáver de su hija, según manifestó en redes sociales, argumentando que son «las leyes proteccionistas a los derechos individuales» las que han impedido encontrar a su hija.

«Llevo 15 años soportando injusticias, que fuera la hija de uno de ellos, a ver dónde estarían esas mismas leyes», recalcó el padre de la víctima. En la concentración los participantes gritaron frases como «todos somos Marta, Justicia, despierta, Marta está esperando y manden clonar todos los teléfonos».

El juicio por este asesinato se saldó con la condena de Miguel Carcaño como autor del mismo y del único menor en esa fecha y conocido por el Cuco, que fue condenado por un juzgado de Menores a tres años de reclusión en un centro por encubrir los hechos.

El Cuco fue condenado también junto a su madre a dos años de cárcel por un delito de falso testimonio en las comparecencias que ambos realizaron como testigos en el juicio. Por otro lado, fueron absueltos el resto de adultos acusados, el amigo de Carcaño Samuel Benítez, su hermano y la novia de éste.