Maíllo apuesta por reforzar la confluencia IU-Podemos y por mejorar resultados en las zonas urbanas

Maíllo fue claro al reconocer que en los lugares donde se presentaron unidos la confluencia ha funcionado bien y ha aguantado mucho mejor los resultados, «por lo que hay que seguir con la construcción de una alternativa de izquierda con visión y altura de miras buscando espacios de unidad para ser más útiles a la sociedad«, precisó.

Tras haber remontado en las generales la caída de las autonómicas del 2 de diciembre, «ahora se ha vuelto a bajar especialmente por la divergencia en la concurrencia en muchos territorios donde se ha desaparecido prácticamente, mientras que donde se ha ido de la mano al menos se ha aguantado aunque los resultados no sean satisfactorios«, aseveró Maíllo

Con todo, el balance que dibujaba tenía tintes positivos en general, especialmente cuando se refería a los municipios del medio rural, donde subrayó que la confluencia ha sido la primera fuerza en 64 municipios, en los que 49 de ellos gozarán de con mayoría absoluta, y ha sido además segunda fuerza en otros 76 municipios. «En estos municipios tenemos muchas posibilidades de gobernar y frenar a la derecha impulsando gobiernos que trabajen desde los ayuntamientos por políticas destinadas a una mayoría social», resaltó.

La censura propia la dirigió Maíllo también a los «menos buenos» resultados cosechados en las grandes ciudades, donde solo ha sido capaz de revalidar, eso sí, con más fuerza y apoyos, el bastión de Cádiz donde José María González «Kichi» se va a convertir en el único alcalde de capital que tendrá la confluencia en toda España.

El músculo de la coalición de izquierdas se dejó notar en el ámbito rural y sobre todo en los municipios con una población de menos 20.000 habitantes, donde la implantación territorial de IU fue un plus y donde también se ha dejado sentir la unificación de esfuerzos a través de la aportación de la confluencia.

Maíllo también buscó la consolación con la comparación de los resultados obtenidos por la confluencia fuera de Andalucía que consideró de «más débiles» que los logrados en la comunidad. En este aspecto volvió a incidir en la conveniencia de ir de la mano ya que, a su juicio, «donde se ha ido por separado no se han obtenido buenos resultados, como ha ocurrido en comunidades como Murcia y Castilla La Mancha, pero por el contrario se ha aguantado mejor en los sitios donde se ha concurrido de forma conjunta, como son los casos de Extremadura y La Rioja».