El Gobierno andaluz mantendrá el rumbo de su política económica tras reducir el diferencial con España

Héctor Barbotta

Sevilla

Martes, 16 de enero 2024, 16:10

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El Gobierno andaluz no alberga dudas sobre la dirección en la que debe transitar su política económica. Tras la ofensiva lanzada en los últimos días por el PSOE, primero a través de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, y después con la publicación de un observatorio económico que cuestiona el optimismo de la Junta en esta materia, la Junta ha reafirmado que la economía andaluza va por el buen camino y no modificará su rumbo.

Lo hizo con una comparecencia de la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, Carolina España, tras la celebración del Consejo de Gobierno de este martes, en el que dio cuenta de la marcha de la economía cinco años después del cambio político en Andalucía.

La consejera, que aseguró que en este tiempo se han sentado las bases del crecimiento, ofreció dos datos que en opinión de la Junta avalan el optimismo en esta materia: la reducción de la brecha entre el PIB andaluz y el del conjunto de España y el crecimiento de la renta de los hogares, que tiene una repercusión directa sobre la disminución del riesgo de pobreza.

Sobre el primero, subrayó que la convergencia con la media española se ha reducido en ocho décimas, al pasar del 74,1% al 74,9% gracias a un crecimiento del 10,4 por ciento del PIB por habitante en ese periodo, el comprendido entre 2019 y 2023.

Aunque en el último año el PIB por habitante creció, Andalucía ha pasado a la última posición en el ranking nacional de este indicador, lugar que antes ocupaba Extremadura. Esto no se ha producido, según la Consejería, por un decrecimiento de la economía sino por el aumento de población, principalmente joven y por lo tanto fuera todavía del circuito productivo, mientras que en la comunidad extremeña la demografía ha sufrido un retroceso.

Carolina España subrayó que esta evolución positiva de la convergencia con el conjunto del país contrasta con la registrada en la década anterior a la llegada del Partido Popular al Gobierno de la Junta, cuando Andalucía perdió más de dos puntos y medio al pasar del 76,7% al 74,1%. El inicio de esa pendiente negativa coincidió con el comienzo en 2008 de la crisis económica que se prolongaría prácticamente durante una década.

La consejera reconoció no obstante que pese a este doble crecimiento de población y de Producto Interior Bruto, la estructura económica de Andalucía siendo todavía excesivamente dependiente del sector primario, ahora dramáticamente afectado por la sequía, y que se arrastra una tasa de paro que, pese a que se ha reducido del 23% en 2019 al 18,6% en el ejercicio anterior, permanece excesivamente alta.

En el Gobierno andaluz conceden gran relevancia a otro indicador en el que Andalucía ofrece un resultado más cercano al de la media española, el de renta por hogares. Carolina España señaló que en este aspecto Andalucía creció entre 2019 y 2022 en un 15,2 por ciento, casi cinco puntos por encima de la media nacional. Así, el diferencial se ha reducido en un porcentaje similar y ha pasado del 81,7% al 85,2%.

«Andalucía es la tercera comunidad en la que más ha aumentado la renta de los hogares en este tiempo, por detrás sólo de Murcia y Navarra. La renta de los hogares andaluces ha crecido más del doble que la de los hogares de Madrid, que es la comunidad que la sigue. En Cataluña y el País Vasco, por ejemplo, los hogares son más pobres que en 2019. Eso no ha ocurrido en Andalucía», subrayó la consejera.

Celebró en ese sentido que la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social se ha reducido en esta comunidad autónoma en 5,9 puntos de 2018 a 2022 al pasar del 41,7% al 35,8%, mientras en España se ha reducido sólo 1,3 puntos (del 27,3% al 26%). «La pobreza se reduce en Andalucía casi cinco veces más rápido que en España».

Ante este panorama, la consejera de Economía alertó sobre las consecuencias que para la marcha de la economía andaluza pueden tener las cesiones que desde el Gobierno se están haciendo a los partidos nacionalistas catalanes. España hizo la cuenta: 15.000 millones de euros por la condonación de la deuda de la Generalitat con el FLA, otros 6.000 millones por la cesión de los Rodalíes y otros 30.000 por la cesión del 100% de la recaudación fiscal. «Cuánto vamos a tener que pagar cada andaluz para que este gobierno siga haciendo concesiones y cediendo al chantaje del independentismo», dijo la consejera, que aludió también a las consecuencias económicas de la inestabilidad, incertidumbre e inseguridad jurídica que genera la situación política.

Asimismo, la consejera rechazó que Andalucía se esté beneficiando especialmente de la buena marcha de la economía española, otra de las tesis que defienden los socialistas. Lo que ocurre, en su opinión, es lo contrario: si a Andalucía no le fuera bien, la economía española no podría crecer.