La Junta de Andalucía redoblará su apuesta por atraer empresas catalanas con una delegación comercial en Barcelona

La decidida apuesta fiscal que ha situado a Andalucía en el centro del debate político nacional tendrá continuidad en los próximos meses. El Gobierno andaluz está decidido a ir a fondo en su iniciativa de situar a la comunidad como el destino más atractivo para invertir y fijar residencia y al anuncio de la bonificación del Impuesto de Patrimonio le seguirá una serie de iniciativas dirigidas específicamente al empresariado catalán.

El Gobierno de Juanma Moreno ya tiene establecidos sus dos próximos pasos. El primero es una conferencia que dará próximamente ante un foro empresarial catalán en el que presentará a Andalucía como la mejor oportunidad para acoger inversores y posibles residentes de alto valor adquisitivo. Moreno está convencido de que Andalucía está en inmejorables condiciones para presentarse como alternativa a lo que considera el infierno fiscal en el que, entiende, se ha convertido Cataluña con la sucesión de gobiernos de izquierdas e independentistas.

El segundo movimiento va en la misma dirección y también tendrá como escenario a la capital catalana. La Junta va a dotar financieramente a su delegación en Barcelona, que ya aparecía en el organigrama del Gobierno andaluz de 2020 y que ha vuelto a ser incluido en la estructura aprobada este año. Se tratará, según explican en el equipo del presidente, no de una delegación política sino eminentemente comercial que tendrá como principal objetivo captar inversiones y atraer capital humano.

Juanma Moreno está convencido de que en los tiempos turbulentos que se avecinan, Andalucía puede ganar mucho si consigue que se la perciba como un lugar refugio, en el que la estabilidad política y la baja fiscalidad ofrecen un marco de seguridad a los inversores. Una y otra vez repite que Andalucía debe aspirar a competir con los mejores en pie de igualdad y no duda en recurrir a símiles futbolísticos para señalar que ha surgido un tercer equipo capaz de enfrentar sin complejos al Madrid y al Barcelona.

El presidente –acompañado por la consejera de Hacienda, Economía y Fondos Europeos, Carolina España– protagonizó ayer en el Palacio de San Telmo un acto protocolario de firma del decreto de reforma fiscal aprobado el martes por el Consejo de Gobierno. Una nutrida presencia de representantes empresariales dio cuenta del respaldo que ha encontrado la medida en esos círculos.

En el equipo de Juanma Moreno reina una cierta euforia por la repercusión que ha alcanzado el anuncio formulado el lunes en Madrid en relación a la supresión del Impuesto de Patrimonio, que viene marcando en los últimos días el debate político nacional.

El propio Moreno aprovechó el acto de firma del decreto para advertir al Gobierno de que si cede a una tentación recentralizadora, menoscabando las competencias fiscales de Andalucía, tendrá que enfrentarse con la Junta en los tribunales. «No me gusta que se cuestione nuestra autonomía fiscal», dijo Moreno, que señaló que si el Gobierno de España hace cualquier maniobra para restar autonomía en el ámbito de las competencias de la Junta que impida reducir impuestos, tendrá una contundente respuesta judicial.

Aunque admitió que se hable de una revolución fiscal en Andalucía, destacó que la verdadera revolución que se está produciendo es en la mentalidad. «¿Cuántas veces hemos mirado de tú a tú a otras comunidades y hemos sido nosotros la referencia?», se preguntó en voz alta antes de celebrar que el eco creado por su anuncio de la eliminación del tributo de Patrimonio esté haciendo que muchos inversores y empresarios posen su mirada en Andalucía.

El presidente rechazó también la reacción a su juicio exagerada de la Generalitat catalana tras su invitación a empresarios o ciudadanos de esa región para que fijen su domicilio fiscal en Andalucía.

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