El Gobierno andaluz pedirá al Ministerio del Interior la creación de una unidad especial antidroga para la provincia de Cádiz para luchar con más efectividad contra las mafias del narcotráfico que operan en el Estrecho tras la tragedia ocurrida en Barbate con el asesinato de ... dos guardias civiles que fueron arrollados por una narcolancha.
Así lo anunció hoy el consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, que avanzó además que esta solicitud se planteará desde el Consejo de Gobierno e incluirá también la petición al Ministerio para que declare a la provincia gaditana como zona de especial singularidad, facilitando a los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado la «condiciones de estabilidad, permanencia y seguridad» que necesitan para afrontar esta labor con eficacia.
El titular de Presidencia criticó la actual situación de la Guardia Civil en la zona tras el dramático suceso ya que «sigue sin tener ni un solo medio marítimo funcionando a día de hoy, y lo único que conocemos es la convocatoria de seis plazas para impulsar la lucha contra el narcotráfico», mientras que lamentó que «vehículos de defensa extraordinaria que se requerirían en la provincia de Cádiz son distribuidos por el Gobierno central en otras provincias de España».
Antonio Sanz afirmó que se reclamará la creación de una «verdadera unidad especial de lucha contra el narcotráfico, con medidas extraordinarias con incentivos laborales y económicos para los agentes, que favorezcan que puedan quedarse en una zona tan complicada y en condiciones de seguridad».
El consejero andaluz criticó la unidad que se creó en 2018 porque «no era una verdadera unidad especial», por lo que pidió a Fernando Grande-Marlaska que «deje de engañar en relación con esa unidad, que se desmanteló y acabó desapareciendo».
A su juicio, «esa unidad no fue creada con personal extraordinario, como debía haberse hecho, sino que se dotó de guardias civiles, mayoritariamente de las comandancias de la zona, de manera que al final no había nada extraordinario, sino que era quitar a un agente de un sitio para ponerlo en otro».
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