La Junta no retirará la orden de tarifas sanitarias y reivindica su necesidad ante las críticas de la oposición

Después de que la consejera de Salud, Catalina García, compareciera el miércoles para negar una y otra vez que detrás de esa orden se esconda una hoja de ruta para privatizar la sanidad, este asunto prácticamente monopolizó la sesión del control al presidente de la Junta, Juanma Moreno. Aunque en principio los grupos plantearon preguntas sobre asuntos diversos, el foco terminó apuntando hacia la sanidad.

Moreno justificó la redacción del borrador en la necesidad de poner orden y fijar tarifas para que la Junta cuente con un sustento legal en el caso de que se vea obligada a concertar servicios. Recordó que la falta de una referencia previamente aprobada llevó a la Administración autonómica a perder un pleito por el que tuvo que pagar más de 250 millones de euros por servicios concertados cuyas tarifas no habían sido previamente establecidas. «Durante demasiados años ustedes no pusieron precio y mandaban masivamente a los pacientes y eso supuso 256 millones de euros reclamados por las clínicas privadas», dijo el presidente dirigiéndose a los diputados del PSOE-A, a cuyos gobiernos atribuyó una situación de descontrol que el actual Ejecutivo pretende corregir.

El presidente afirmó que las 17 comunidades autónomas derivan pacientes a la sanidad privada y que la diferencia está en que cuando se planifica y se defiende el dinero de los contribuyentes, se paga lo justo, y «cuando uno no pone orden, como pasó en la etapa socialista, lo que pasa es que nos roban el dinero a los contribuyentes, que fue exactamente lo que pasó».

Previamente, el presidente del Grupo Socialista, Juan Espadas le había afeado dedicar más tiempo a criticar la gestión de los anteriores gobiernos socialistas que a defender su gestión y a ponerle precio a la atención primaria, en su opinión paso previo a la privatización. «La población teme el destrozo de la privatización como está ocurriendo en Madrid y, usted señor Moreno, sigue pasos iguales», dijo Espadas.

Moreno descalificó esas acusaciones como «mercancía averiada» que los socialistas vienen repitiendo desde hace décadas. «El problema es que la sociedad andaluza ha cambiado -dijo-, la sociedad de los años noventa no es la de 2023, es una sociedad que tiene una visión más crítica y más formada que ya no se cree esos cuentos de que viene el lobo».

Pero las críticas de la oposición no se centraron solamente en la cuestionada orden sobre los conciertos sanitarios, sino también en el estado de la sanidad, sobre el que se presentaron visiones encontradas y en el que incidieron todos los grupos.

Espadas afirmó que los pacientes saben que algo no está funcionando bien «porque lo sufren» y afirmó que ya hay más de 27.000 pacientes en los diez hospitales más importantes de Andalucía que han superado los 165 días en las listas de espera. El líder socialista no cuestionó las cifras de inversión sanitaria a las que alude la Junta, pero señaló que si ello no se traduce en un mejor servicio debe concluirse que la Junta no gestiona adecuadamente el dinero público.

En el mismo sentido lanzó sus críticas la portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, que indicó que la salud de la población ha empeorado. «La mala salud nos sale cada vez más cara porque hay que pagar conciertos», censuró.

También Vox, grupo al que Moreno reprochó que se mimetizara con el «discurso catastrofista» de la izquierda, se sumó a las críticas a la situación de la sanidad, aunque lejos de criticar la orden por la que se fijan las tarifas de los conciertos, el portavoz, Manuel Gavira, preguntó al presidente si va a tomar las medidas necesarias, «incluidas las difíciles».

Moreno ironizó al agradecer a los partidos de la oposición que lleven la sanidad a las sesiones de control porque eso le permite poner el foco en el esfuerzo que su Gobierno viene haciendo en esta materia y adelantó que confía en que en poco tiempo Andalucía alcance la media española en inversión sanitaria por habitante tras alcanzar su récord histórico de 1.629 euros.