La Junta anuncia una nueva estrategia para el olivar, acosado por la sequía y la merma de la PAC

El Consejo de Gobierno de la Junta retomó este martes la costumbre ya puesta en marcha durante la anterior legislatura de celebrar esporádicamente sus reuniones fuera de Sevilla y el primer destino elegido fue Jaén, provincia de referencia en la producción olivarera. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, eligió la ocasión para anunciar la próxima puesta en marcha de una estrategia para el sector, afectado además durante los últimos años por serios problemas de rentabilidad.

Los objetivos principales, explicó, son tres: aumentar la rentabilidad, buscar fórmulas ante la falta de agua y canalizar las ayudas de la PAC. El primer paso de esta estrategia será la elaboración de un análisis en profundidad que permita plantear nuevas herramientas, medidas y ayudas con el fin de lograr una transformación que permita aumentar su productividad y competitividad.

Asimismo, se pretende encontrar herramientas que ayuden a los productores a hacer frente a los costes de producción y otros problemas endémicos del sector como la falta de relevo generacional, la modernización o las dificultades causadas por las diferencias de volumen de las producciones entre un año y otro.

La estrategia también planteará avanzar en la mecanización de las plantaciones tradicionales para que el olivar pueda ganar estabilidad y hacer frente mejor a las bruscas subidas y bajadas de los costes de producción y los precios de mercado.

Asimismo, entre los objetivos de la primera Estrategia Andaluza para el Sector del Olivar se encuentra la reducción de su huella ambiental y el impulso de su adaptación al cambio climático mediante la implantación de nuevos sistemas de eficiencia del regadío. Entre otras vías, se apuesta por la implantación de sistemas automatizados, sensores o placas solares para reducir la huella hídrica y energética de las explotaciones de regadío.

La comercialización es otro de los aspectos que la estrategia pretende mejorar. Para ello se pretende avanzar en la búsqueda de nuevos nichos de mercado para el aceite, como la industria farmacéutica o cosmética; y para el sector más tradicional. En este segundo caso, una posible vía de rentabilidad sería la revalorización de los subproductos (orujo o alperujo) mediante iniciativas de economía circular.

En este ámbito, el Gobierno andaluz contempla ofrecer apoyo económico a las industrias que, inviertan para poder transformar el alperujo en productos de utilidad como biogás o fertilizantes gracias a la aplicación de nuevas tecnologías con emisiones cero.