La Junta defiende el rumbo de su política económica ante la crítica unánime de la oposición

La publicación del dato de Producto Interior Bruto (PIB) por habitante prácticamente en la víspera del debate final sobre las cuentas ha servido a los grupos de la oposición para decretar el fracaso de la política económica que viene practicando el Gobierno andaluz desde hace cinco años. Las interpretaciones sobre ese dato, con Andalucía a la cola de ese indicador aunque recortando el diferencial con el resto de España, marcaron los dos campos en los que se dividió el debate. A un lado, el Partido Popular, que considera que se ha dado un giro gracias a las reformas impulsadas por la Junta que encaminan a Andalucía hacia la convergencia con el resto de España y hasta el liderazgo económico del país. Del otro, los cuatro grupos de la oposición, que entienden que las políticas impulsadas desde el Gobierno andaluz se han manifestado impotentes para sacar a la comunidad del furgón de cola.

Como prueba de esta radical discrepancia de fondo, los Presupuestos de la Junta saldrán adelante sólo con los votos del Partido Popular y sin apenas aportaciones de la oposición, cuyas enmiendas apenas serán admitidas con cuentagotas. A falta de las negociaciones que se desarrollarán este jueves, durante el segundo y último día del pleno, de las 294 presentadas por el Grupo Socialista, el PP, de cuya mayoría absoluta dependen todas las decisiones que se adoptan en el Parlamento, sólo admitió tres. Todas de carácter técnico.

Las propuestas por el resto de los grupos no han corrido mejor suerte. Vox presentó 672 y el Grupo Popular sólo se avino a admitir 11; Por Andalucía propuso 450 de las que se aprobarán ocho, y de las 136 de Adelante Andalucía prosperaron cinco.

Para los grupos de la oposición, estas cifras demuestran por sí mismas el escaso apego al acuerdo del Gobierno andaluz y que el perfil de diálogo que cultiva su presidente, Juanma Moreno, no es más que un recurso de maquillaje. «Hablan de consenso y acuerdo son sólo palabras», reprochó la diputada de Vox Cristina Jiménez

Pero el portavoz del PP, Toni Martín, que abrió las intervenciones de su grupo en una primera parte del pleno que se prolongó durante más nueve horas, señaló que las enmiendas rechazadas apuntan a regresar a políticas que ya han fracasado en Andalucía. «No aceptamos una sola enmienda que suponga subir impuestos a los andaluces – advirtió-, el compromiso es el contrario, porque eso es lo que funciona». Martín advirtió de que el Gobierno andaluz tampoco está dispuesto a incumplir con las normas de estabilidad presupuestaria o incurrir en mayor endeudamiento.

El portavoz aseguró que los Presupuestos sometidos a debate son los más sociales de la historia y puso la mirada optimista sobre los datos económicos. Recordó que en los años en los que Juanma Moreno lleva en el Palacio de San Telmo Andalucía ha crecido por encima de la media y que hay indicadores positivos en empleo, número de afiliados a la seguridad social, autónomos, exportaciones, número de empresas, inversión exterior, producción industrial, abandono escolar o pobreza. «La oposición lo ve, lo que sucede es que no quieren reconocerlo y si sale un dato que no sea tan bueno, ése es el único que les vale», señaló. Por eso reclamó que el indicador de PIB por habitante se analice en su evolución y no de manera aislada. Aseguró además que el de la Junta es un modelo económico que atrae población y que por todo ello Andalucía no está en disposición de dar pasos atrás.

Ni a la izquierda ni a la derecha del Gobierno andaluz se comparte este diagnóstico optimista. El portavoz socialista en materia económica, Gaspar Llanes, recordó que los pueblos y barrios más pobres de España están en esta comunidad y afirmó que el Partido Popular pasará a la historia por situar a Andalucía a la cola de todas las variables económicas y sociales.

Llanes aseguró también que los Presupuestos que se van a aprobar aumentan el derroche y el gasto improductivo e inciden en regalos fiscales a quienes menos los necesitan.

El parlamentario socialista acusó al Gobierno andaluz se hacer «un uso fraudulento del relato» y de culpar a los gobiernos socialistas de la Junta de los 12.000 millones de euros recortados en la etapa de Mariano Rajoy en La Moncloa. Aprovechó en ese sentido para atacar a la consejera de Economía, Carolina España, que en esa época era diputada, y acusarla de haber votado Presupuestos del Estado que perjudicaban a Andalucía. En una intervención posterior, la también parlamentaria del PSOE Alicia Murillo demostró que España se ha convertido en una diana preferente del PSOE y le dirigió la misma acusación.

La portavoz de Por Andalucía, Inmaculada Nieto, acusó por su parte al Gobierno andaluz de haber planificado unos presupuestos en los que hacen agua los servicios esenciales y que están por debajo de la disponibilidad presupuestaria. «Dejan fuera dinero que ya se sabe que va a llegar», señaló antes de acusar a la Junta de renunciar a la décima de déficit ya prevista, que supone unos 200 millones de euros, por mero interés partidario. «Para ustedes es más importante ser del PP que defender los intereses de Andalucía», subrayó.

Para José Ignacio García, de Adelante Andalucía, se trata de unos presupuestos socialmente injustos, con menos herramientas para la transformación de la comunidad autónoma y que alcanza cotas históricas de traslado de recursos a la educación y la sanidad privadas.

Desde la otra ala del espectro ideológico, Cristina Jiménez, de Vox, instó al Gobierno a andaluz a quitarse «las gafas de Barbie con las que ven todo color de rosa» y afirmó que el PP de Andalucía se ha convertido en el nuevo socialismo andaluz. Subrayó en ese sentido que entre su partido y los populares hay «una distancia infinita» y acusó al PP de incumplir promesas como la supresión del canon del agua.