La Junta defiende la autonomía universitaria para decidir sobre la presencialidad en sus aulas

La Junta defiende la autonomía universitaria para decidir sobre la presencialidad en sus aulas para las clases y exámenes durante este curso ante el impacto de la tercera ola de la pandemia, según aseguró este jueves en el Parlamento el consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco.

El consejero expuso las medidas impulsadas por su departamento y coordinación con las universidades andaluzas para la protección y seguridad de profesorado y alumnado mientras que PSOE-A y Adelante Andalucía reprocharon a Velasco la falta de planificación e inacción, además de esconderse para ello detrás de la autonomía universitaria. Según Velasco, las medidas adoptadas hasta el momento velan por la salud y seguridad de la comunidad universitaria al mismo tiempo que y busca preservar la máxima calidad de la educación superior.

El consejero acusó a PSOE y Adelante de querer «suprimir la autonomía de las universidades» en su toma de decisiones frente a la pandemia y de que sea la Junta la que imponga las condiciones docentes, una pretensión que consideró «muy grave».

El responsable autonómico en materia de universidades dijo que son las autoridades sanitarias las que tienen que marcar las medidas ante una situación excepcional como la actual y son las que deben decidir y evaluar el riesgo que tiene para la salud.

En su comparecencia en comisión parlamentaria, dejó claro que «si no hay prohibición expresa de la presencialidad por parte de las autoridades sanitarias, son las universidades las que decidirán la modalidad docente y de los exámenes».

Tanto PSOE-A como Adelante Andalucía se mostraron muy críticos con la gestión de la pandemia en las universidades por el «desconcierto e incertidumbre» que está provocando. El parlamentario del PSOE-A Francisco Conejo cuestionó la «falta de planificación y coordinación en el desarrollo de la actividad universitaria con un primer cuatrimestre que ha sido un horror y un cúmulo de despropósitos«.

Además, el portavoz socialista alertó del malestar e indignación existente entre la comunidad universitaria andaluza y el impacto de esta incertidumbre sobre el curso para el alumnado en materia como residencias o alquileres.

Asimismo, ha reprochado al consejero «la pasividad» al «no establecer criterios rigurosos que garanticen la salud y el funcionamiento adecuado». En este sentido, ha instado a Velasco a asumir esta responsabilidad y le ha indicado que de no ser así «nadie le obliga» a estar al frente de la Consejería.

Adelante Andalucía también cargó contra la gestión del consejero y su diputado Guzmán Ahumada censuró la ausencia de planificación y la inacción de la Junta. En su intervención reprochó al consejero no asumir sus responsabilidades en una situación difícil y no llevar al límite todas las herramientas que tiene su departamento para decidir sobre la actividad universitaria, dejándolo todo «en manos de las universidades«.

Asimismo, Guzmán de Ahumada criticó la improvisación en esta gestión y que «se deje la planificación en mitad de los exámenes a lo que venga en un Boletín Oficial de la Junta de Andalucía».

PP-A y Ciudadanos defendieron la gestión del Gobierno andaluz que ha dotado a las universidades de las herramientas necesarias para adoptar las medidas más adecuadas. El parlamentario del PP-A Ramón Herrera rechazó que el PSOE-A pida a la Junta ahora ejercer el mando único en materia de universidades, mientras que la diputada de Ciudadanos Concepción González resaltó la seguridad en las universidades que son, a su juicio, las que deben decidir sobre la presencialidad de las clases y los exámenes.

Por último, el parlamentario de Vox Macario Valpuesta abogó por la presencialidad siempre que sea posible por la importancia de la convivencia entre profesores y alumnos con el objetivo de evitar que estos centros terminen convirtiéndose en universidades a distancia. Además, planteó cierta «flexibilidad» a la hora de evaluar en los exámenes ante las consecuencias y excepcionalidad del pico de la tercera ola del coronavirus que se está soportando.