La Junta aprobará un nuevo decreto de sequía ante una situación «dramática sin paliativos»

Es la respuesta del Gobierno andaluz a una situación que el presidente, Juanma Moreno, no ha dudado en calificar de «dramática sin paliativos». La decisión de aprobar este tercer decreto de sequía se ha adoptado durante la reunión del Comité de Expertos reunido este martes y tras la cual Moreno reclamó del Gobierno central una actuación coordinada para afrontar un problema que, advirtió, se ha convertido en estructural y es consecuencia directa del cambio climático.

Otras de las medidas incluidas en el nuevo decreto de sequía serán prorrogar a 2023 la exención aprobada en 2022 del cobro del canon desregulación y de la tarifa de utilización del agua en la mayoría de situaciones y la aprobación de una ayuda de 10 millones de apoyo a la renta y de liquidez para los más afectados por la sequía. Todas estas medidas se financiarán con fondos propios de la Junta.

El presidente explicó que a la falta de lluvias prolongadas, con cinco años consecutivos con menos precipitaciones que en el año anterior, se suman unas temperaturas altas que evaporan el agua almacenada, lo que ha colocado a los embalses por debajo del 30 por ciento de su capacidad y ha causado un impacto durísimo en el sector primario, el turismo y la industria -todos ellos esenciales para el modelo productivo andaluz, según destacó el presidente- y también en los espacios naturales. El consumo humano en las grandes ciudades está de momento garantizado, aunque es posible que en algunos municipios andaluces de interior se impongan restricciones este verano.

Moreno recordó que esta situación está teniendo un gran impacto en la economía andaluza y provocará un crecimiento del PIB menor al previsto y advirtió de que ello también tendrá su repercusión en el conjunto de la economía española. «Que nadie piense que le va a ir bien a España si a Andalucía le va mal», dijo. Señaló que el sector primario andaluz sufre una «tormenta perfecta» con la sequía, la PAC, el aumento de los costes y la competencia desleal de productos de terceros países.

Por eso reclamó una acción conjunta al Gobierno central, que, según los datos de la Junta, en los últimos años sólo ha invertido en obras dirigidas a combatir la sequía en Andalucía 9,7 millones de euros frente a los 1.500 movilizados por en políticas de agua por el Ejecutivo autonómico, que tiene en marcha 300 obras de depuración.

El presidente reclamó al Gobierno que aproveche la próxima presidencia española de la Unión Europea para impulsar una política de agua a escala continental sensible con las zonas de sequía estructural como Andalucía. «España tiene oportunidad única», dijo. También criticó que el Ejecutivo de Pedro Sánchez se oponga a los trasvases, a los pantanos y a la desalación. «¿Cuál es la política de agua de este Gobierno -se preguntó tras recordar que la Junta sólo tiene competencia sobre un tercio de las cuencas andaluzas-, que arranquemos los árboles, los cultivos, que despoblemos?»