La Junta de Andalucía investiga si la intoxicación con pringá en Córdoba podría afectar a 72 comensales de dos eventos

En declaraciones a los periodistas, Gallego ha explicado que «de momento eran 72 personas las que asistieron a los dos eventos y se ha podido contactar por el momento con 44», que son las que han confirmado a Salud que presentaron «dolores abdominales y diarreas», síntomas de los que se recuperaron la mayoría en unos dos días, sin recibir asistencia médica. Solo tres acudieron a centros hospitalarios, una de ellas una mujer de 63 años, que ha fallecido, subrayando Gallego que «no se ha demostrado» que su muerte esté relacionada con el consumo de la pringá.

No fue hasta «el pasado lunes» 13 de enero cuando «tuvo entrada en la Delegación Territorial de Consumo una denuncia de dos personas que habían participado en un evento, en un cumpleaños, y que habían tenido sintomatología», y «solo una de estas personas fue atendida en los servicios de Urgencias».

Gallego ha señalado que, «a raíz de esta comunicación, los servicios de Epidemiología del Distrito Sanitario Córdoba se pusieron a hacer las encuestas epidemiológicas», y han podidido «contactar, de momento, con 44 personas, y todos los indicios de la investigación apuntan a que el único alimento común» que han consumido «ha sido el montadito de pringá».

A continuación, «una vez que ya se establece una hipótesis inicial de sitio, de producto y, por la sintomatología y el inicio de síntomas, se determina que causantes puedan ser», que en este caso son, «como ya comunicó la Consejería, Clostridium botulinum y E.coli enteroverotoxigénico».

Gallego ha añadido que «se ha realizado también inspección del establecimiento, por parte de los servicios de Protección de la Salud del Distrito Sanitario Córdoba, y se produjo también la toma de muestras testigo que había en el establecimiento de lo que es la pringá», que es una mezcla de carne, tocino y morcilla, de la cual conservaban parte congelada.

Las muestras tomadas en el establecimiento hostelero, que no ha sido clausurado de forma preventiva y en el que no se han dado situaciones anteriores de este tipo, «salieron ayer por la mañana con destino» al Laboratorio de Salud Pública de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria, que ha sido el «designado» para «realizar las dos determinaciones propuestas».

En este punto, Gallego ha aclarado que «el alimento se elaboró directamente en el establecimiento», es decir, «no fue un alimento industrial que se estuviera comercializando en la cadena alimentaria», y ha añadido que la toxiinfección alimentaria podría tener su origen en «unas malas prácticas de manipulación» de los alimentos, aclarando que «el local no está clausurado porque reúne condiciones» para seguir abierto, pero ha insistido en que «ha podido ser una mala práctica, y tendrán que asumir responsabilidades» en el caso de que así se demuestre.

Junto a ello, según ha precisado, al ser preguntada sobre cómo es que no se tuvo conocimiento antes de lo ocurrido, que «un caso de intoxicación alimentaria no es nada, una toxiinfección alimentaria tiene que tener como mínimo dos afectados y una agrupación temporo-espacial, es decir, que hayan estado en el mismo sitio, en el mismo tiempo y que hayan comido lo mismo», y resulta que «de toda esta gente solo han ido al hospital tres personas», incluida la mencionada mujer fallecida.