Juanma Moreno asegura que seguirá buscando acuerdos como en Doñana pero no consentirá maltrato a Andalucía

En una intervención desde el Parque Nacional de Doñana, Moreno reivindicó el pacto entre ambas administraciones como un ejemplo de lo que se puede conseguir si ambas administraciones se avienen a dialogar y mostró su disposición a hacerlo siempre y cuando los intereses de Andalucía no sean menoscabados. «Los ciudadanos os merecéis que los políticos hagamos un esfuerzo por entendernos, y lo que hemos hecho en Doñana es un buen ejemplo», dijo Moreno, que mostró su disposición a que el acuerdo alcanzado en relación con el entorno del Parque Nacional sea sólo el primero de muchos otros pactos en favor del interés general.

Recordó que en Doñana había un conflicto enquistado desde hacía más de una década que generaba preocupación en Europa y sobre el que todos decían que había que solucionarlo sin que nadie se atreviera hacerlo. «Ahora, por fin, hemos sido capaces de arreglarlo», celebró antes de agradecer a todos quienes lo hicieron posible, entre ellos los agricultores, los vecinos, los ecologistas, los alcaldes y alcaldesas, la propia Junta y el Gobierno de España.

En esa dirección tendió la mano al Gobierno de España para encarar en el año que comienza otro reto no menos díficil. «Una vez que el futuro de Doñana está despejado, llega la hora de afrontar otra deuda que tenemos pendiente con el medio ambiente en Andalucía: la demolición del Algarrobico». Ese edificio, levantado en el Parque Natural de Cabo de Gata, se ha convertido, aseguró, en un símbolo del urbanismo salvaje en la costa mediterránea. « Y ya va siendo hora de tirar al suelo esa mole de hormigón y devolver ese espacio al conjunto de los ciudadanos».

Pese a tender la mano al Gobierno, el presidente andaluz abordó uno de los temas más candentes de actualidad y advirtió de que no consentirá un trato privilegiado de unos territorios sobre otros. «Piso la calle todos los días y soy consciente de la preocupación de muchos andaluces ante el riesgo de que se rompa la igualdad entre españoles», dijo Moreno, que señaló que provocar divisiones supone el camino más corto para acabar con el progreso y el bienestar y mostró su decisión de impedir lo que llamó una España de privilegios. «Podéis estar seguros de que voy a defender Andalucía donde haga falta y ante quien haga falta -subrayó-, vamos a dar la batalla para hacer valer el peso de Andalucía en población, extensión e historia».

El presidente expresó su deseo de que Andalucía siga siendo modelo de estabilidad y tranquilidad política y de buscar puntos de encuentros en lugar de división, en lo que denominó la 'vía andaluza'. «Sé que a los andaluces y a las andaluzas les gusta eso -reconoció- y quiero que Andalucía sea un ejemplo a seguir, alejada del ruido, del escándalo y del insulto».

Juanma Moreno también abordó en su intervención los dos principales problemas que afronta Andalucía: la sequía y el estado de la sanidad.

Sobre la primera, recordó que se han puesto en marcha miles de actuaciones hidráulicas, pero reconoció que se trata de obras que van más lentas que la sequía, por lo que adelantó que si no llueve en primavera, no habrá más remedio que aplicar restricciones.

Sobre el sistema sanitario, señaló que ninguno en España tiene tantos recursos como el andaluz y que muchos de los mejores profesionales prestan servicio en Andalucía, pero admitió que eso no es suficiente.

Reconoció que existen problemas y que hay personas que están esperando para que lo vea un médico o un especialista. «Lo sé -dijo-, pero también la sanidad pública atiende cada día con éxito miles de casos que no pueden esperar». Por todo ello, mostró su compromiso en mejorar la gestión y seguir fortaleciendo la sanidad pública, y el resto de las políticas sociales.