Juanma Moreno apela a la unidad para afrontar los grandes problemas que afectan a Andalucía

Hay también otro problema que condiciona la capacidad de la Junta de dar respuesta a esas dificultades: la financiación de la comunidad autónoma. Ante todo ello, el presidente hizo un llamamiento a la unidad. «¿Hay alguien en la Cámara que pueda negar que Andalucía está infrafinanciada? ¿Algún diputado o diputada niega que el agua es vital para nuestro presente y nuestro futuro? ¿Alguien rechaza que la sanidad necesita un pacto nacional para abordar soluciones generales a problemas comunes en el conjunto de España?», preguntó en el inicio de su intervención, que se prolongó durante una hora y media.

Según Moreno, Andalucía tiene prioridades que deben estar por encima de las políticas partidistas. Por ello, reclamó unidad para proteger lo que a su juicio son consensos básicos y entre ellos evitar que se consolide la posibilidad de una España de dos velocidades en la que Andalucía salga perjudicada.

El presidente de la Junta llegó al debate sobre el Estado de la Comunidad con la certeza de que la sanidad iba a ser la diana sobre la que la oposición centraría sus disparos. Por ello, se adelantó reconociendo que existen problemas y situó al estado de este servicio público esencial al mismo nivel de la sequía, hasta ahora caracterizada por la Junta como un problema de tintes dramáticos.

En una intervención en la que hizo un diagnóstico pormenorizado de la realidad andaluza, Moreno dedicó gran parte a la cuestión sanitaria y aseguró que mejorar su funcionamiento supone uno de los principales desafíos de su gobierno. El presidente aseguró que se están poniendo más recursos que nunca para ese fin y recordó que muchos de los problemas de la sanidad andaluza son comunes con el resto de las comunidades autónomas. Además, insistió en que gestionar un sistema sanitario público, universal, gratuito y equitativo para ocho millones y medio de personas es un desafío de enorme complejidad.

«Soy consciente de que tenemos problemas serios que agobian al Gobierno», dijo el presidente, que se refirió específicamente a las listas de espera, con tiempos para ser atendidos por un especialista o para intervenciones quirúrgicas «que no son asumibles ni razonables».

Ante esta situación, destacó la puesta en marcha de un plan de choque para reducir las listas de espera, con actividad extraordinaria en los hospitales públicos por la tarde, los fines de semana y los festivos al que se destinarán durante 2023 la suma de 138 millones de euros. «De aquí a fin de año haremos un esfuerzo para realizar 9.000 cirugías y esperamos reducir la lista de espera en mas de un 17 por ciento en este mes», señaló.

Además, adelantó que se están tramitando dos acuerdos marco para concertar intervenciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas, que se empezarán a aplicar en enero y febrero del próximo año.

Pese al reconocimiento de los problemas que afectan a la sanidad, Moreno pidió a la oposición que no haga demagogia con este asunto ni se dedique a crear alarma porque, aseguró, «la sanidad está hoy mejor de lo que la encontramos en 2019».

En ese sentido, indicó que los tiempos de espera en Andalucía para una operación se han acortado en 75 días desde que llegó a la presidencia de la Junta y que para las consultas con los especialistas se han reducido en 55 días. «Es cierto que tenemos problemas, negarlo sería un error, los tiempos de espera son largos -reconoció-, pero ni son problemas exclusivos de Andalucía ni mucho menos aquí se gestionan peor».

Por ese motivo, reprochó que se asegure que la sanidad andaluza está peor que nunca o que se está privatizando. «No es razonable ni creíble», afirmó.

Además, aludió a déficits estructurales en el apartado sanitario que afectan al conjunto de España, con la falta de profesionales en primer lugar, por lo que pidió un pacto nacional por la salud que permita abordarlo y que encuentre soluciones para su financiación, especialmente ante el envejecimiento de la población.

Moreno aprovechó esta parte de su intervención para abordar una de las cuestiones que más está enardeciendo el debate político nacional: las concesiones económicas a la comunidad catalana que ha supuesto el pacto para la investidura de Pedro Sánchez.

El presidente andaluz, que valoró en 50.000 millones de euros el coste de estas concesiones, propuso a la Cámara que imagine cuánto se podría hacer en Andalucía con esa cantidad si se invirtiera en sanidad, en educación, en dependencia o en políticas de empleo. «Un andaluz se merece lo mismo que un catalán, no es confrontación, sino la legítima reivindicación de la igualdad entre españoles», dijo tras asegurar que Andalucía es la primera comunidad que tiene la obligación de alzar la voz ante una situación de injusticia y de discriminación de unas comunidades frente a otras.

Moreno aseguró estar convencido de que Andalucía puede superar obstáculos y alcanzar nuevas metas, pero advirtió de que la legislatura que acaba de comenzar con la investidura de Pedro Sánchez abre un periodo de tiempos difíciles porque nace, aseguró, de la quiebra de los principios de igualdad y solidaridad. El presidente enarboló el discurso andalucista y aludió a la próxima celebración del 4 de diciembre, que conmemora las manifestaciones en favor de la autonomía de 1977. «Quién nos iba a decir que 46 años después íbamos a tener la necesidad de alzar de nuevo la voz para decir algo tan sensato como que los andaluces no somos españoles de segunda», señaló.

En su opinión, la España de las dos velocidades que Andalucía consiguió frenar durante el advenimiento del Estado de las Autonomías vuelve a ser un peligro, por lo que apeló a la unidad de todos los grupos para rechazar los privilegios a otros territorios «a costa del bienestar de los andaluces» y aludir a la obligación histórica de esta comunidad de defender la igualdad.

Por ello advirtió de que el Gobierno andaluz está decidido a dar continuidad a la aspiración de no ser menos que nadie que inspiró el proceso autonómico y la aprobación del Estatuto de Autonomía.