La aprobación de la reforma de la Ley de Salud Pública, que daría a la Junta la capacidad de confinar perimetralmente los municipios con alta tasa de incidencia de la pandemia, está todavía en el aire. Un día después de que el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, trasladara la propuesta a los grupos parlamentariostodavía no existe acuerdo para sacar adelante el texto por unanimidad.
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El respaldo a la iniciativa es mayoritario pero no unánime, ya que Vox no ha dado todavía su aprobación a la reforma. El acuerdo, según adelantaron fuentes de esa formación, no está asegurado.
El Gobierno andaluz quiere contar con una norma propia que le permita cerrar perimetralmente municipios con alta incidencia de la Covid-19 -en concreto la propuesta menciona una tasa superior a los mil casos por cada 100.000 habitantes- sin estar a expensas de resoluciones judiciales que, como se ha visto esta semana, pueden resultar contradictorias. La reforma de la Ley de Salud Pública dotará a la Junta de la seguridad jurídica de la que ahora carece a la hora de adoptar este tipo de medidas.
Para que este cambio normativo salga adelante con la urgencia que la situación requiere, es necesario que reforma cuente con el respaldo unánime de todos los grupos, ya que se esa forma podría aprobarse por lectura única en el trámite parlamentario. Ello permitiría que se adoptara en el próximo pleno y entrara en vigor de manera inmediata.
Si no es así, debería someterse al trámite parlamentario ordinario, que consume al menos seis meses. Fuentes del Gobierno explican que en ese caso la reforma de la ley ya no tendría sentido, al menos para el control de esta pandemia, ya que se espera que para entonces la crisis sanitaria esté superada.
Por este motivo, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, apeló este jueves al consenso y mostró su confianza en que Vox reflexione y vea la importancia de reformar la ley. Explicó que salvo esa formación, el resto de grupos han adelantado que apoyarán la medida, que el Gobierno quiere llevar al pleno que se convocará para los días 26 y 27 de mayo.
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De momento, el acuerdo no está cercano. Vox acaba de cambiar de portavoz con el objetivo de que su mensaje alejado de los postulados del PP y del Gobierno andaluz llegue con más claridad.
Así lo dejó claro la nueva cabeza visible de esa formación en el Parlamento, Manuel Gavira, que este jueves, durante la sesión de control, se estrenó en su nueva función con críticas a la gestión de la pandemia por parte de la Junta y mostrando un claro rechazo a cualquier medida de control de la expansión del virus que pueda suponer restricciones a la actividad económica.
En su intervención Gavira aseguró que el estado de alarma ha terminado «con la mayor dejación de funciones de la democracia» por parte del presidente del Gobierno, que en su opinión ha dado lugar a que los gobiernos autonómicos «se apropien y manoseen los derechos fundamentales de los ciudadanos». En ese sentido, acusó a la Junta de no haber aliviado la situación de quienes podían trabajar pese a que tenía margen para hacerlo y que una vez terminado el estado de alarma, la Junta ya no puede recurrir «al comodín de Sánchez» . Aseguró también que el equilibrio entre la economía y la sanidad no es posible en Andalucía porque en esta comunidad los indicadores de desempleo son peores que en e resto de España. «Queremos que existan controles, pero es distinto a permitir que se trabaje en libertad -dijo- queremos que no haya limitaciones a la actividad económica ni al derecho al trabajo».
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El presidente respondió que no existe economía sin salud, y que aunque al Gobierno andaluz no le gusta imponer restricciones, en una situación de pandemia es necesario recurrir a todos los medios posibles para preservar la vida. «El entendimiento -le dijo tras recordar los acuerdos alcanzados con Alejandro Hernández, antecesor de Gavira en la portavocía de Vox- siempre es el camino correcto».
Moreno Bonilla arremetió contra el Gobierno por no haber asumido el liderazgo que le correspondía en el combate a la pandemia argumento en el que insistió en su cara a cara con Susana Díaz, en el que acusó a Pedro Sánchez de haber provocado el caos al poner fin al estado de alarma sin contar con una alternativa.
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La líder socialista le reprochó haberse instalado en una confrontación constante con el Gobierno, al tiempo que le advirtió de que esa actitud «no inmuniza, ni cura, ni da trabajo».
«Lo que inmuniza es el medio millón de vacunas que la Junta pone cada semana», le respondió el presidente.
Díaz lamentó que la Junta haya permitido abrir discotecas «mientras mantiene cerrados los centros de salud» e hizo un llamamiento a la responsabilidad individual.
Moreno Bonilla rechazó que los centros de salud estén cerrados y justificó que se permita abrir a los locales de ocio nocturno en la necesidad de encauzar el ocio juvenil e impedir que proliferen los botellones fuera de control.
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