Ciudadanos formalizó ayer tarde en Málaga el fin de su alianza con los socialistas en Andalucía, aunque Juan Marín, portavoz regional del partido naranja y candidato a la Presidencia de la Junta, considera que es el PSOE «el que ha roto el pacto de ... investidura de 2015 por incumplimientos» en materia de renovación democrática. «Susana Díaz ha agotado la paciencia de los andaluces y de Cs», afirmó. Ciudadanos, con ocho diputados tras la fuga de una parlamentaria al grupo de no adscritos, ha sido hasta ahora un aliado casi incondicional del PSOE esta legislatura, hasta el punto de respaldar tres presupuestos sucesivos y permitir a Susana Díaz presumir de estabilidad política frente a otros territorios.
Publicidad
La posición nueva de Cs deja al partido en el Gobierno andaluz en minoría en el Parlamento, con 47 diputados de los 55 necesarios para la mayoría absoluta. Díaz, que ha mostrado su desconfianza en PP y Podemos para llegar a acuerdos, deberá ahora sopesar si le merece la pena continuar siete meses sin respaldo parlamentario asegurado. La decisión de Cs deja pues el camino expedito a Susana Díaz para un anticipo de las elecciones andaluzas, que algunas fuentes barruntan para noviembre. La presidenta admitió en declaraciones esta semana que si no hay estabilidad política, «serán los andaluces los que hablen».
El anuncio de la ruptura estaba previsto que lo hiciera hoy Albert Rivera, si bien hubo un cambio de planes en la tarde de ayer, cuando se convocó a los medios a una comparecencia en el hotel donde se reunía el comité ejecutivo nacional de Cs. Juan Marín, acompañado del secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, informó que la ejecutiva, presidida por Albert Rivera, respaldó por unanimidad su propuesta de desvincularse del acuerdo de 72 compromisos, firmado en junio de 2015 con el PSOE para la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta.
La decisión, adujo Marín, se produce una vez que no ha visto «ninguna voluntad» por parte del PSOE para ni siquiera «fijar un calendario» con las propuestas de regeneración democrática incluidas en el pacto. Entre ellas, anotó la reforma de la Ley Electoral con listas abiertas, la supresión de los aforamientos de los diputados y la creación de una oficina contra el fraude y la corrupción. Recordó que el PSOEno dio ninguna muestra de querer negociar nada en la reunión del pasado martes pese a estar el Presupuesto de 2019 en juego.
Marín lamentó no haber recibido ni una llamada de los socialistas desde que el miércoles Albert Rivera diera un ultimátum de 48 horas a Susana Díaz para que rectificara. Admite que no daría tiempo, como dice el PSOE, a reformar el Estatuto para suprimir los aforamientos, pero con el inicio del trámite se hubieran conformado. «Cuando se trata de hablar de regeneración democrática el PSOE-A da un portazo, huye del debate», afirmó. Confesó que no va a telefonear a Susana Díaz para informarle del acuerdo de su partido y no descartó votar a favor de alguna iniciativa legislativa en curso en el Parlamento, mencionando las leyes de Formación Profesional y de Agricultura, aunque no la de Igualdad, cuya aprobación es de gran interés para Susana Díaz.
Publicidad
Con esta actitud de «arrimar el hombro», Cs trata de desacreditar la acusación del PSOE de crear una estrategia de inestabilidad para abocar a un anticipo electoral y aprovechar la debilidad del PP tras la marcha de Rajoy. Para Cs «no ha habido voluntad política por parte de Díaz» para negociar con Cs, porque «solo ha mirado el calendario electoral a ver cuándo a ella y su partido le interesa convocar elecciones».
De hecho Marín dijo que no ve motivos para el adelanto electoral porque Pedro Sánchez tampoco tiene mayoría en el Congreso y sigue gobernando. «Hasta el final de diciembre hay Presupuestos. ¿Cuál es la inestabilidad? ¿En que Díaz no tiene mayoría absoluta? Entonces Pedro Sánchez tendría que convocar elecciones también».
Publicidad
Al respecto, la portavoz del Gobierno, Isabel Celaa, descartó hacer coincidir las generales con las andaluzas en caso de que estas se adelanten.
El pacto de Cs con el PSOE ahora roto permitió poner fin a 81 días de bloqueo de la oposición a la formación de Gobierno en Andalucía. La investidura de Díaz, que coincidió con las elecciones municipales y otras autonómicas de 2015, fue rechazada hasta en tres ocasiones. El que esta situación vuelva a repetirse de celebrarse de nuevo en marzo los comicios autonómicos es una de las razones sopesadas por el PSOE en Andalucía para un adelanto.
Marín, sin embargo, apunta otras razones coincidiendo con el PP: «Susana Díaz a lo único que le tiene miedo es al calendario judicial, a la sentencia de los ERE, la comisión de investigación de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) y a las consecuencias que se dirimen de ese caso».
Publicidad
Con estas palabras Marín evidencia que Cs vuelve a utilizar los casos de corrupción como arma arrojadiza contra el PSOE como antes del pacto de investidura, cuando forzó la renuncia de Manuel Chaves y José Antonio Griñán como diputado y senador – antes incluso de ser imputados en el 'caso ERE' – para votar la elección de Díaz.
El informe que llevó al comité ejecutivo recoge esta exigencia como una medalla, así como otros logros del acuerdo con los socialistas en Andalucía. De hecho Marín se mostró «orgulloso», entre otros, de la supresión del impuesto de sucesiones, aunque este logro acordado en dos presupuestos no figura en el documento de 72 puntos del pacto.
Publicidad
«Los incumplimientos por parte del Gobierno de Susana Díaz y su decisión de no cumplirlos, a pesar de los meses que restan de legislatura, conllevan la ruptura del acuerdo de investidura», señala Ciudadanos en el informe. Este destaca quince medidas como el motivo para la ruptura: La supresión de los aforamientos; la aprobación de una nueva ley electoral con listas abiertas y medidas para que el voto valga igual en cualquier provincia; «acabar y desmantelar» las redes clientelares en las administraciones; crear una oficina antifraude; acabar con las puertas giratorias; la limitación de mandatos del presidente; que los partidos respondan con su patrimonio a los casos de financiación ilegal; reducir gastos y estructuras del sector público; implementar una ley de Buen Gobierno y un estatuto para altos cargos; aprobar una ley andaluza de subvenciones; la reforma de la ley de la Cámara de Cuentas; facilitar el acceso electrónico a las cuentas públicas; un plan de inspección de la Agencia Tributaria contra la corrupción; limitar los cargos de libre designación y crear la oficina de Ciudadanía en el Parlamento.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.