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Nueva etapa y nueva estrategia. El ganador en las primarias socialistas y nuevo líder del socialismo andaluz, Juan Espadas, anunció ayer un giro sustancial en la política de oposición al Gobierno de Juanma Moreno en la Junta de Andalucía. A partir de ahora el Grupo Parlamentario Socialista buscará acuerdos con los partidos que sustentan al Gobierno con el doble propósito de aportar a la salida de la crisis y al mismo tiempo hurtar a Vox la posibilidad de ser determinante en las políticas que se ponen en marcha en Andalucía. El Parlamento, dijo, «no puede ser rehén de lo que decida una sola fuerza política».
Espadas se reunió ayer con los miembros de su grupo parlamentario, integrado en su mayor parte por diputados que han apoyado a Susana Díaz en el proceso interno que concluyó el pasado 13 de junio, a quienes comunicó los cambios en la estrategia política.
Para el candidato, la nueva etapa tiene que estar basada en la colaboración y el acuerdo en un momento en el que deben priorizarse las políticas para salir de la crisis. Como parte de esta estrategia y de llamadas al diálogo y el consenso, los socialistas reclamarán que la misma cogobernanza que la Junta reclama al Gobierno central, el Ejecutivo andaluz la aplique con los ayuntamientos.
Espadas recordó que el grupo socialista es el que cuenta con más diputados y aseguró que para hacer valer esa fortaleza se deben impulsar acuerdos que ayuden a Andalucía a superar la crisis económica y sanitaria. «La salida de la pandemia requiere que el Gobierno pueda gobernar y los grupos políticos hagamos oposición constructiva», afirmó.
En ese sentido, adelantó que dedicará «todo el tiempo que haga falta» a tener interlocución, no sólo con el PP sino también con otros grupos. «El PSOE -recordó- es la fuerza mayoritaria en esta Cámara», por lo que aspira a que ejerza como tal, marque el rumbo y tenga disposición a alcanzar los acuerdos que sean posibles.
No obstante, advirtió de que esta nueva estrategia política no supondrá un cheque en blanco para el Gobierno de la Junta, por lo que exigirá de los grupos que lo sustentan la misma disposición al acuerdo en relación con las iniciativas que presente el PSOE. «En muchos casos podemos buscar puntos de acuerdo, pero exijo igualmente altura de miras -señaló-, el Grupo Socialista no está aquí para que el Gobierno saque adelante sus iniciativas».
Para el dirigente socialista, el Parlamento ni debe detenerse ni ser «una cámara de desacuerdos». Tampoco, aseguró, tiene que permanecer como rehén de lo que decida una sola fuerza política. «Entiendo los nervios de Vox», dijo en relación a las críticas lanzadas por esa formación a la decisión del presidente de la Junta, Juanma Moreno, de reunirse este jueves con Espadas. «El problema de Vox es que estaba acostumbrado a ser el protagonista exclusivo y absoluto de la vida política en este parlamento y a tener secuestradas muchas de las decisiones que tiene que tomar el Gobierno andaluz», señaló.
El primer encuentro entre Juan Espadas y el Grupo Parlamentario Socialista, en el que quienes apoyaron a Susana Díaz en las primarias superan en una relación de tres a uno a quienes respaldaron al candidato ganador, se celebró con buen tono y ausencia de debate. La única ausencia destacable fue la de Díaz, que sigue siendopresidenta del Grupo Parlamentario. Ayer ya ocupó su escaño en la primera fila la nueva portavoz, Ángeles Férriz, pero los cambios en el grupo se harán visibles a partir de la segunda sesión del pleno, que se celebrará hoy, donde se podrán ver los nuevos lugares asignados a los parlamentarios y quiénes han sido elegidos para asistir a las preguntas al presidente, ya que por el protocolo Covid sólo pueden tomar parte la mitad de los parlamentarios
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