La izquierda andaluza entra en una crisis sin precedentes

En el espacio situado a la derecha más extrema del tablero político, las elecciones europeas han demostrado que Vox ha echado raíces sólidas en Andalucía, lejos de las dos grandes formaciones pero sin rival a la vista que le pueda discutir la tercera posición.

Vox consiguió el domingo más de 300.000 votos, lo que le permitió alcanzar casi el 11 por ciento de los votos, dos puntos y medio más que cinco años atrás. Se trata de un porcentaje inferior al obtenido por esta formación en las anteriores convocatorias para elecciones generales y autonómicas, aunque en esta ocasión el partido de Abascal se ha encontrado con un inesperado rival que le disputa el mismo espacio político, el agitador en las redes sociales Alvise Pérez, que con el 6,21 por ciento consiguió adelantar a las dos ofertas electorales de la izquierda, Sumar y Podemos.

Estas dos fuerzas, herederas de la lista que en 2019 compartieron Izquierda Unida y Podemos, apenas han podido sumar algo más de la mitad de los votos obtenidos en aquella ocasión, lo que demuestra la profundidad de la crisis en la que ha entrado ese espacio político en su conjunto. Sumar, con el 5,09 por ciento de los votos, ha perdido a su único europarlamentario andaluz, el malagueño Manu Pineda. Podemos, por su parte, llegó al 2,7 por ciento. Ambos grupos comparten grupo parlamentario en la Cámara autonómica bajo el nombre de Por Andalucía, aunque el futuro de todo este espacio se presenta incierto.

Con estos resultados, de los 61 diputados que España envía al Parlamento Europeo solamente cuatro son andaluces: los populares Carmen Crespo (Almería) y Juan Ignacio Zoido (Sevilla), la socialista Lina Gálvez (Sevilla) y el mencionado Alvise Pérez, que aunque nacido en Sevilla ha desarrollado la mayor parte de su polémica trayectoria desde Valencia y Madrid.