La investidura de Pedro Sánchez caldea el Parlamento Andaluz

No se trató, sin embargo, de una traslación automática del debate nacional. La controversia tuvo un marcado acento andaluz a partir de la premisa que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, viene marcando desde que se supo que Pedro Sánchez acudiría al voto del nacionalismo catalán para conseguir permanecer en La Moncloa. El coste de las cesiones, asegura el presidente, lo acabarán pagando los territorios menos desarrollados de España, especialmente Andalucía por ser la comunidad donde viven más españoles.

Juanma Moreno puso cifras a esta factura. En respuesta a una de las preguntas planteadas durante la sesión de control afirmó que los pactos de Sánchez con los nacionalistas catalanes tendrá un coste de 50.000 millones de euros, cantidad en la que incluyó los 16.300 millones de euros por la condonación de parte de la deuda de la Generalitat de Cataluña con el Fondo de Liquidez Autonómica y los más de 6.300 millones por la transferencia de las red ferroviaria a la Administración catalana. «Ya los quisiéramos nosotros para los Cercanías y los trenes de Andalucia», dijo el presidente.

Moreno fue más allá y vaticinó que para el pago de esta factura, habrá una subida «a lo bestia» de los impuestos y se mostró convencido de que hay mucha «letra pequeña» en compromisos adquiridos por los socialistas para garantizar la investidura de su secretario general que todavía se desconoce y que irá apareciendo conforme avance la legislatura.

El presidente andaluz se preguntó cómo va a hacer Sánchez para gobernar si no con permanentes concesiones a unas formaciones políticas que, aseguró, son desleales por naturaleza». Esta situación, dijo supondrá que el resto de las comunidades tendrán que pagar la factura, ya que no habrá recursos para todos, por lo que se le acabará complicando la vida a millones de españoles.

El presidente subrayó que romper el principio de solidaridad como en su opinión hacen los acuerdos firmados por Sánchez suponen el mayor golpe que se puede asestar a las comunidades con menor renta y se preguntó y se preguntó qué les queda a los partidos de izquierdas cuando abandonan los principios de solidaridad e igualdad.

Éste fue uno de los puntos principales del choque de Moreno con la oposición de izquierdas, que intentó poner el foco en que lo que está provocando desigualdad en Andalucía no son los pactos de Sánchez con los nacionalistas catalanes, sino las políticas que impulsa la Junta que, en su opinión, deterioran los servicios públicos mientras reducen impuestos a las rentas más altas. Inmaculada Nieto, de Por Andalucía, recordó que Andalucía es la comunidad con mayor desigualdad del país, con un 14% de sus ciudadanos en situación de pobreza severa y el 38% en riesgo de exclusión.

Por su parte, el secretario general socialista, Juan Espadas, aseguró que cuando Andalucía padeció mayores cotas de desigualdad en relación con otras autonomías fue durante los gobiernos de Mariano Rajoy, cuando recibió 11.771 millones de euros menos de lo que percibía durante los gobiernos de Rodríguez Zapatero y menos aún que lo que recibiría posteriormente con la gestión de Pedro Sánchez.

Pero el momento de mayor controversia se desencadenó cuando desde las filas del PSOE y de Por Andalucía se reclamó a Juanma Moreno que condenara los actos de violencia y vandalismo contra las sedes socialistas. El presidente andaluz defendió que las concentraciones del pasado domingo -convocadas por el PP- se desarrollaron con civismo y pacíficamente y aseguró además que «quien está calentando la calle es el que irresponsablemente miente a los ciudadanos y retuerce los mecanismos institucionales para romper la separación de poderes y los contrapoderes que tiene el Estado».

Esta alusión a Sánchez como responsable de los actos de violencia soliviantó los ánimos en las filas socialistas. El secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, acusó a Moreno de justificar los actos de violencia en las sedes socialistas cuando lo que se necesita es «mesura y responsabilidad».

En este clima de reproches mutuos, Moreno respondió recordando los «escraches» sufridos por su partido durante los años de la guerra de Irak.

El choque con Vox tuvo un tono muy diferente. El portavoz de esta formación, Manuel Gavira, reprochó al presidente de la Junta que no haga más para significarse frente a lo que considera un golpe de Estado y le requirió a que explicara cómo va a defender la igualdad de los andaluces con otros territorios.