El nuevo informe PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes) pone a Andalucía a la cola de las comunidades españolas en el rendimiento académico de sus alumnos de 15 años (los que terminan la educación obligatoria). De hecho, Andalucía solo se sitúa por delante ... de Canarias y las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta en dos de las competencias que analiza PISA (matemáticas y ciencias) y solo por delante de Melilla y Ceuta en lectura.
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La educación en Andalucía no termina de alzar el vuelo, a pesar de las grandes inversiones presupuestarias, los incrementos de medios y de personal. De hecho, el informe dado a conocer este martes refleja un retroceso en la última década. En el caso de la provincia de Málaga, han participado en esta evaluación nueve centros y 364 alumnos. De España han sido 966 centros educativos y un total de 30.800 estudiantes.
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Los alumnos andaluces consiguen 457 puntos en la evaluación de la competencia matemática, cuando la media española es de 473 puntos, 474 en el caso de la UE y baja a 472 para el conjunto de la OCDE. El mejor resultado en España lo consigue Castilla y León (499 puntos), seguida de Asturias y Cantabria. En este caso, el rendimiento en una década ha retrocedido en 15 puntos en el caso de Andalucía.
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Alfonso Torices
La segunda de las competencias que mida PISA es la lectura. Los alumnos andaluces consiguen en este caso 461 puntos, solo por encima de Melilla y Ceuta. La media española se sitúa en 474 puntos, casi la misma que la de la UE (475) y la OCDE (476). También en este caso Castilla y León es la comunidad con mejor calificación, 498 puntos, seguida de Asturias y Madrid. El retroceso en Andalucía en la última década ha sido de 16 puntos. Finalmente, con respecto a los rendimientos medios en ciencias, Andalucía se sitúa solo por encima de Canarias y las ciudades autónomas, con 473 puntos, muy lejos de la media española y de la OCDE (485) y de la UE (484). Castilla y León, Galicia y Cantabria son las comunidades españolas mejor puntuadas.
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El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA por sus siglas en inglés) mide el nivel de los aprendizajes en lectura, matemáticas y ciencia de jóvenes de 15 años de 90 países desde el año 2000. En total, en 2022, han pasado la prueba 3 millones de estudiantes. Se publica cada tres años con la excepción de esta edición en que, debido a la pandemia, se ha retrasado un año. Es así el primer informe de Pisa en el que se ve reflejado el impacto de la pandemia en la educación.
La pandemia obligó a retrasar un año la realización del estudio, que se publica cada tres años. Las pruebas que se debían haber realizado en 2021 se retrasaron a la primavera de 2022 y sus resultados son los que han dado lugar al informe presentado este martes.
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El retroceso de España en las competencias matemáticas significará en un futuro próximo que menos alumnos se decidan por las carreras de ciencias y tecnología, las denominadas materias STEM. En los últimos 15 años, el informe 'La Universidad Española en Cifras' revela que ha habido una caída de un 38% de alumnos en ingenierías. Según un informe del Observatorio de la Ingeniería de España, la economía española necesitará incorporar como mínimo 200.000 nuevos ingenieros en los próximos diez años. Y, para conseguirlo, de entrada, hacen falta adolescentes que dominen las matemáticas.
Fueron precisamente esas puntuaciones en PISA las que motivaron a los fundadores de la española Smartick a investigar y desarrollar una metodología de enseñanza 'online' en matemáticas, y años más tarde en lectura, para niños de cuatro a 14 años: «Tenemos muy claro que hay que empezar por poner los cimientos más sólidos en Primaria y PISA nos dice que no se está consiguiendo en España, pero tampoco en muchos países de la OCDE, a excepción de los asiáticos, que se descuelgan cada vez más por arriba, como Singapur. Si tenemos a cada vez más niños con confianza en las Matemáticas en Primaria, los habrá luego con más seguridad en Secundaria y tendremos a más alumnos en el Bachillerato tecnológico y en ingenierías. Está claro que ninguna de las reformas educativas lo está consiguiendo», explica Daniel González de Vega, ingeniero malagueño de formación y uno de los dos fundadores de Smartick, plataforma por la que han pasado más de 500.000 alumnos de 180 países de todo el mundo desde hace once años.
«Fundamos Smartick hace más de diez años alertados por los resultados de España en PISA. Nos dijimos que nosotros pondríamos nuestro grano de arena. Varias reformas educativas más tarde, la situación no mejora. Nosotros inculcamos a nuestras familias la importancia de las matemáticas, hemos crecido hasta ser un equipo de cerca de cien personas, hemos añadido coding, lectura y pensamiento crítico», explica González de Vega. «Ojalá dentro de diez años podamos ver cómo se ha revertido la situación, pero hace falta mejorar la formación del profesorado en Primaria, atender a las mejores prácticas de la didáctica de las matemáticas, evaluaciones externas, mejorar la disciplina en la clase y dar más autonomía a los centros para que sean los que elijan a sus equipos y profesores y tengan equipos estables. Se sabe lo que se puede hacer y no se hace», concluye.
Desde el año 2000, la OCDE realiza este estudio, que se centra no tanto en los conocimientos adquiridos como en las habilidades de los jóvenes para resolver problemas. Los primeros informes se centraron en medir las competencias matemáticas y de lectura y desde 2006 se añadieron las científicas.
De esta manera, PISA evalúa los sistemas educativos de los países participantes a través de los resultados de una muestra de estudiantes nacidos en 2006 (en su mayoría estudiantes de cuarto de la ESO), es decir, los que tenían 15 años en el momento de realizar el estudio. El estudio evalúa en qué medida el alumnado que está a punto de acabar la educación obligatoria han adquirido los conocimientos y las habilidades claves para su completa participación en las sociedades modernas.
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Cada año, PISA evalúa de una manera más profunda una competencia concreta. Este año se han centrado en la matemática. Además, se evalúan las ciencias, lectura y competencia financiera. Como novedad en esta edición, se ha introducido la evaluación de una denominada 'competencia global', entendida como la capacidad de analizar asuntos globales e interculturales y valorar distintas perspectivas para emprender acciones por el bien común y el desarrollo sostenible.
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