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La I+D en Andalucía está despegando en su actividad con un crecimiento del 27,8% en su inversión pública desde 2019 con 411,15 millones más, alcanzando en 2022 ya los 1.890,6 millones de euros, según los datos de la Agencia para la ... Calidad Científica y Universitaria de Andalucía (ACCUA), adscrita a la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación
Esa partida se traduce en 187,9 millones de euros más en relación con 2021 y la cuantía total inversora de 1.890,6 millones suponen el 9,8% del gasto total nacional en I+D, consolidando a Andalucía como la tercera comunidad del país en inversión en esta materia.
El esfuerzo inversor en investigación y desarrollo procede, mayoritariamente, del sector público –tanto de la Administración pública como de las enseñanzas superiores–, que continúa actuando como tractor de la inversión y actividad regional en I+D, aportando el 63,9% del total de los recursos invertidos, lo que equivale a 1.209 millones, frente al 36,1% del segmento privado, esto es 681,6 millones, que engloba a empresas e instituciones privadas sin fines de lucro.
En 2022, la inversión en investigación y desarrollo se ha incrementado en un 9,2% en el sector público, lo que supone la mayor subida en catorce años, según este informe. Los anteriores incrementos se produjeron en 2021, apuntándose entonces un 7,08%, en 2020, con un 5,87%, y en 2019, con un 5,28%. Atendiendo a ello, los cuatro mayores crecimientos en este ámbito se han registrado desde la anterior legislatura. La inversión media anual hasta 2018 fue de 1.434,7 millones, mientras que en el periodo 2019-2022 subió hasta los 1.689,7 millones, con un incremento del 17,8%.
Por su parte, el alza experimentada por el ámbito privado se cuantifica en un 14,41%, un ascenso a doble dígito que no se producía desde 2010, según el estudio. Por sectores diferenciados, en 2022 la inversión regional en I+D la encabeza en la comunidad el sector de la enseñanza superior, con 817 millones y el 43,2% del total del gasto, seguida la inversión de las empresas, con 676,4 millones y un 35,8% y las administraciones públicas, con 392,4 millones y 20,8% del total. Por último, se encuentran las instituciones privadas sin fines de lucro, con 5,2 millones y un 0,27% del total.
En cuanto al personal investigador, Andalucía sigue siendo la tercera región con mayor número de profesionales dedicados a actividades de I+D, alcanzando las 28.518 entre personal investigador, técnico y auxiliar. Este indicador se ha visto incrementado en 2022 en 1.474,9 personas, un 5,45% más que en el año anterior, y en 3.787 personas desde 2018. En cuanto al género, el personal de I+D sigue siendo mayoritariamente masculino, con un 58,43%, mientras que el femenino representa el 41,57% restante. Además, El personal investigador en Andalucía representa el 10,3% del conjunto nacional y la mayoría de este colectivo desempeña su labor público.
El consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta, José Carlos Gómez Villamandos, puso de relieve la importancia de la inversión en I+D ya que «el futuro y el progreso de Andalucía va a depender en gran medida de su capital científico y tecnológico».
El consejero subrayó que Andalucía está redoblando en estos últimos años sus esfuerzos en materia de investigación y experimenta el mayor aumento de inversión en I+D en 16 años y remarcó que desde 2007 no se observa una evolución similar.
Según el consejero, «este crecimiento parte de esfuerzo realizado desde la esfera pública, que continúa actuando como tractora de la investigación, con una subida también importante del 9,2%, la mayor en 14 años». Además, Gómez Villamandos destacó que los cuatro mayores crecimientos en este ámbito desde 2008 se han dado en los últimos años.
No obstante, puso el acento también en el crecimiento registrado en la iniciativa privada, que se ha apuntado un alza del 14,41%. «Esa doble implicación público-privada nos permite continuar apostando por el talento y consolidar un sistema del conocimiento fuerte y competitivo», explicó el consejero.
Para el consejero, «la ausencia de recursos en investigación, desarrollo e innovación compromete el futuro de un país o una región, ya que genera deficiencias que se reflejan en pilares críticos como la educación, la estructura del mercado de trabajo o la productividad», por lo que añadió que «la capacidad de resistencia y de progreso de una sociedad ante cualquier desafío depende de su capital científico y tecnológico».
La Junta tiene previsto dedicar en sus presupuestos de 2024 un total de 264,2 millones a la I+D, destacando las ayudas de 78 millones para promover a su personal en la carrera investigadora y el impulso a los centros que desarrollan esta actividad.
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