Concluida la primera jornada de las dos en la que se desarrolla el Debate sobre el Estado de la Comunidad, la primera conclusión es que no cabe esperar que las propuestas de resolución que se aprobarán este jueves en la segunda y última jornada reflejen ... algo parecido a un diagnóstico más o menos homogéneo de cómo está Andalucía seis años después del cambio político que acabó con casi cuatro décadas de gobiernos socialistas y llevó a Juanma Moreno al Palacio de San Telmo.
El presidente llegó al debate con una valoración optimista del estado de Andalucía, en donde aprecia un cambio sustancial en la imagen de la comunidad, una recuperación de la confianza de la sociedad en su capacidad de modificar positivamente su realidad y una mejora en la gran mayoría de los indicadores que permiten disminuir la histórica brecha económica y social que separa a esta comunidad del conjunto de España. Y todo ello, según Moreno, gracias a la estabilidad política y pese al freno que supone un gobierno central lastrado por las alianzas a las que lo obliga su debilidad parlamentaria.
En su discurso, el presidente repitió una y otra vez que mucho de lo que se está consiguiendo ahora hasta muy poco tiempo atrás parecía un sueño. Y esa figura retórica dio pie a que toda la oposición, a derecha y a izquierda, realizara un dictamen diametralmente opuesto al ofrecido por Juanma Moreno. Donde el presidente andaluz ve un sueño, todos ellos aprecian una pesadilla.
La elección a conveniencia de indicadores a uno y otro lado permite dibujar el paisaje que más se ajusta a cada discurso político y por ello el larguísimo debate, que se extendió desde las 12 del mediodía hasta bien pasadas las nueve de la noche con un breve descanso para el almuerzo, pareció referirse a dos territorios diferentes, según quien hablara, y no a una misma comunidad sobre la que existen miradas naturalmente diferentes.
El líder socialista, Juan Espadas, hizo hincapié sobre esta mirada optimista del presidente y llamó la atención sobre lo que considera su alejamiento de la realidad y la distancia que pone entre su responsabilidad y los problemas de los andaluces. «Todo lo que no funciona en Andalucía no es culpa suya sino de otro», le reprochó antes de advertirle de que un comportamiento de ese tipo suele ser síntoma de la soberbia de las mayorías absolutas. También ironizó sobre el supuesto abuso de la consideración de histórica que el presidente andaluz hace para referirse a algunos hitos conseguidos. «Parece que entre Adán y Eva y usted no hubo nada en Andalucía». Moreno le respondió con la misma moneda. Aludió al apoyo social conseguido en las urnas para preguntar quién es el que vive distanciado de la realidad y señaló que incurrir en catastrofismo cuando se analiza la situación de Andalucía constituye un síntoma claro de ese alejamiento. «Este gobierno no lo hace todo bien, pero hay mas luces que sombras», aseguró.
Las intervenciones del resto de los grupos transcurrieron por el mismo patrón. Vox, desde el flanco derecho, y Por Andalucía y Adelante, desde el izquierdo, también dibujaron un panorama sombrío sobre el estado de la comunidad y de sus servicios públicos.
Así las cosas, no parece que vaya a surgir efecto el llamamiento de Juanma Moreno para constituir algo parecido a un frente común que defienda la igualdad de trato para Andalucía frente a otras comunidades, amenazada, según entiende el presidente de la Junta, por las continuas cesiones del Gobierno central a las demandas de los nacionalismos periféricos.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.