La paradoja de Trebujena

Ni Izquierda Unida, que gobierna en solitario desde hace años el Ayuntamiento que lo impulsó; ni el PSOE, que en sus años de gobierno en la Junta estuvo lejos de paralizarlo; ni el PP, bajo cuya gestión se acaba de aprobar ahora la declaración ambiental, asumen el padrinazgo de un proyecto que, en medio de una feroz sequía y afectado de lleno por la polémica levantada en torno a Doñana, se ha quedado huérfano.

Este jueves, en el Parlamento, el presidente, Juanma Moreno, apuntó contra IU, formación a la que acusó de cinismo, y contra el secretario general socialista, Juan Espadas, que era consejero de Ordenación del Territorio cuando la Junta abrió un plazo de información pública del plan territorial de la costa noroeste de Cádiz que dio lugar a que la tramitación del proyecto echara a andar.

Ahora, desde el PSOE se acusa a la Junta de haber resucitado el proyecto al emitir el informe ambiental que podría darle vía libre siempre y cuando así lo permitiera el estudio de inundabilidad que tiene que realizar la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, algo que no va a suceder. La gran paradoja es que un proyecto que todos parecen repudiar y que es radicalmente inviable por falta de agua no saldrá adelante por estar en terrenos potencialmente inundables.