La contraofensiva del Gobierno ante el desgaste que seguramente está sufriendo en Andalucía a cuenta de sus cesiones al nacionalismo catalán ha estado marcada por ... lo que podría denominarse como táctica del espejo, que consiste en devolver al adversario críticas idénticas a las recibidas.
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La vicepresidenta, María Jesús Montero, con el altavoz que le da su cargo, ha sido la encargada este viernes de encabezar este contraataque aplicando esta fórmula tan elemental.
Si desde la Junta se reprocha al Gobierno no proponer un nuevo sistema de financiación, desde el Gobierno se argumenta que es el PP quien debe hacerlo tras poner de acuerdo a sus barones. Si el PP apela a los diputados socialistas andaluces para que frenen las concesiones al nacionalismo catalán, desde el PSOE se reclama a los diputados andaluces populares que respalden los decretos del Gobierno que benefician a la mayoría de los ciudadanos. Si Juanma Moreno le reprocha a Juan Espadas que el PSOE de Andalucía se haya convertido en una organización irrelevante, Montero replica que Juanma Moreno no tiene ningún peso en la calle Génova.
Habría que ir perdiendo toda esperanza de escuchar en esta confrontación algún argumento mínimamente estimulante que aporte algo de interés al debate público.
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