Juanma Moreno pone un pie en Europa

«Llevamos un quinquenio trabajando en Bruselas para abrir un hueco y que Andalucía esté muy presente en las decisiones que afectan al campo andaluz», reconoció Moreno este jueves en el Parlamento, donde recordó que cada medida que se toma en Europa tiene una influencia determinante en el campo andaluz. «Necesitamos una voz autorizada, creíble y rigurosa» en Bruselas, dijo a modo de elogio a quien la ha acompañado como parte sustancial de su equipo incluso años antes de que los resultados en las elecciones de diciembre de 2018 le permitieran convertirse en el primer presidente no socialista de la Junta de Andalucía.

Pero no se trata sólo del sector primario, esencial en la economía andaluza, sino, sobre todo del agua, otra de las competencias de la consejería que dirigía Crespo y que la sequía le ha otorgado un papel protagónico en la agenda política autonómica. Moreno considera imprescindible que también las instituciones europeas incorporen al agua entre sus prioridades, sobre todo porque en los países centrales -los que determinan la agenda europea por su peso económico y político- no existe el problema de la deficiencia hídrica.

El presidente andaluz no sólo aspira a que se empiece hablar de la sequía en Bruselas y a que haya en Europa un comisario de agua. También se ha marcado el objetivo de que se reconozca la singularidad hídrica andaluza como región más amenazada del continente, lo que supondría conseguir financiación comunitaria para las obras necesarias para afrontar este problema.

Para todo ello Moreno ha batallado internamente en su partido para situar a Carmen Crespo en un lugar destacado en la lista electoral del PP. Ya lo ha conseguido, pero ahora viene lo más difícil.