Entrelíneas del último barómetro andaluz

La primera, que salta a la vista, es que el Gobierno de la Junta de Andalucía apenas sufre desgaste 15 meses después de las elecciones en las que el Partido Popular consiguió su histórica mayoría absoluta de las últimas elecciones autonómicas. De celebrarse elecciones ahora volvería a obtener una victoria suficiente con más diputados que la suma de todos los partidos de la oposición e incluso podría renovar la totalidad de sus 58 escaños con el colchón de tres asientos en el Parlamento por encima de la mayoría absoluta de la que actualmente disfruta.

Esta comodidad política con la que el Partido Popular gobierna en Andalucía se refleja en la solidez de la figura del presidente, que continúa con un nivel de conocimiento altísimo y una valoración muy por encima del aprobado. La amplia ventaja de Juanma Moreno sobre la valoración que reciben sus adversarios se convierte en avasallante cuando lo que se mide es el nivel de conocimiento. El presidente de la Junta compite con ventaja frente a líderes ignotos para una buena parte de los andaluces. Un tercio de los andaluces no conoce al secretario general socialista y el resto de los portavoces parlamentarios es desconocido para más de la mitad de la población. La oposición andaluza, toda ella, juega sus cartas con una gran desventaja de partida.

El Partido Popular de Andalucía lleva cinco años construyendo su estrategia sobre la figura del presidente, a diferencia de lo que hizo el PSOE-A durante décadas al privilegiar la marca del partido por encima de la de sus líderes -al menos hasta la llegada de Susana Díaz- y los resultados están a la vista. Posiblemente el Centra haría bien en preguntar qué otros miembros del Gobierno son conocidos por la ciudadanía y cuáles son sus valoraciones. Ello también ayudaria a sacar conclusiones que quizás apunten a entender que toda estrategia ofrece, como contrapartida de sus fortalezas, flancos que si no se apuntalan acaban siendo un problema.

Hay otro resultado del barómetro de septiembre que llama la atención y que revela en buena medida que Moreno va bien encaminado en su objetivo de convertir al PP de Andalucía en un partido claramente identificado con el territorio, una cuestión sustancial si a lo que aspira es a una hegemonía política de largo aliento. Una de las preguntas que el Centra formula en su cuestionario es qué partido se considera que es el que puede dar mejor solución a los problemas de España y de Andalucía. Las respuestas ofrecen resultados similares cuando los encuestados optan por el Partido Socialista, por Sumar o por Vox, con ligera ventaja en favor de quienes ven a estas formaciones con mejores soluciones para España que para Andalucía. Seis décimas de diferencia en el caso del PSOE (16% a 15,4%), un punto en el de Sumar (10,7% a 9,7%) y 1,2 puntos en el de Vox (6,9% a 5,7%). Sin embargo, en el caso del Partido Popular el resultado es el opuesto. Son más los encuestados que consideran que el PP es el que ofrece mejores soluciones para Andalucía (28,8%) que quienes valoran que sus respuestas para España son las más apropiadas (23,8%).

Esta diferencia significativa de cinco puntos parece apuntar a que el amplio sendero del centro político con el que Moreno consiguió su victoria electoral del año pasado puede ir camino de consolidarse y que una parte de los votantes de otras formaciones posiblemente estén en disposición de seguir apuntalando su proyecto en Andalucía sin por ello votar al PP en unas generaless. Que Juanma Moreno y el PP de Andalucía han conseguido convertirse en la referencia política central de Andalucía que va más allá del tradicional espacio del PP es otra de las conclusiones que pueden derivarse del barómetro.

Pero junto a estas buenas noticias que para el Gobierno de la Junta ha traido el estudio realizado por la entidad dependiente de la Consejería de Presidencia, hay un llamado de atención que sería irresponsable por su parte no atender.

En junio, cuando se realizó el anterior estudio, los andaluces que consideraban el estado de la sanidad como el problema más grave de Andalucía eran el 4,5 por ciento de los encuestados y ocupaban la quinta posición por detrás de quienes mencionaban la falta de trabajo, la inflación, la política y la economía. Tres meses después, la sanidad ha saltado al segundo lugar, con un 6 por ciento de consultados que la consideran el principal objeto de preocupación.

Seguramente existen muchos motivos en los que pueda explicarse el deterioro que la sanidad viene sufriendo -en especial la atención primaria, que es la puerta de entrada de los ciudadanos al sistema y el servicio más demandado- con la falta de médicos como principal cuestión. Pero además de explicar las causas de los problemas, lo que se espera de un gobierno es que los resuelva. La sanidad es un apartado de exclusiva competencia de la Junta. El resultado del barómetro, con los antecedentes del desgaste que la predecesora de Juanma Moreno sufrió por este motivo, debería encender una luz de alarma en el cuartel general de la Junta.