El grupo de trabajo de la sequía concluye en la necesidad un gran pacto nacional sobre el agua

El grupo de trabajo constituido en la Cámara a propuesta del PSOE para abordar el problema de la sequía ha terminado ya la primera parte de su trabajo y este lunes su presidente, Antonio Repullo (PP), remitió a los grupos parlamentarios su propuesta de conclusiones tras un año de deliberaciones y escucha a expertos. Se trata de un documento exhaustivo de 65 páginas en el que se proponen una serie de iniciativas y tomas de posición que tienen a la colaboración entre instituciones como eje de actuación.

La propuesta sostiene la necesidad de que desde Andalucía se promueva que las administraciones asuman el compromiso de impulsar un gran acuerdo nacional del agua en el que se incluya, entre otros, un plan de acción presupuestariamente cuantificado a corto, medio y largo plazo.

Este plan, señala el documento, debería definir de una red estratégica del agua para avanzar en una mejor gestión integrada, así como una gobernanza adaptada al siglo XXI; un plan de modernización de infraestructuras, presas y canales para adaptarlas a las necesidades actuales; un plan de actuación para un uso más eficiente del agua en el regadío, y el reconocimiento de la singularidad de Andalucía en materia hídrica.

En este aspecto, se señala que la actuación frente a la sequía que afecta a España, y especialmente a Andalucía, no puede ser sólo de las administraciones públicas españolas y los agentes económicos y sociales españoles. Para el grupo de trabajo, la Unión Europea debe reconocer la singularidad andaluza debido a su déficit hídrico y trazar también una estrategia que facilite mecanismos que permitan a Andalucía dotarse de los recursos necesarios para adaptarse a esta situación climática. «La Unión Europea tiene que considerar a la sequía y la política de aguas como una prioridad, al mismo nivel que la transición energética, atendiendo a la consideración del agua como recurso fundamental», sostiene el documento elaborado por el presidente del grupo de trabajo.

Se indica en ese sentido que resulta imprescindible una reprogramación de los Fondos Next Generation para que la política de aguas y las infraestructuras se conviertan en un prioridad de los mismos al mismo nivel que la transición energética, así como el incremento de los recursos del PERTE de digitalización del ciclo del agua para poder ofrecer más ayuda a los municipios en la mejora de la red de abastecimiento, e impulsar «una verdadera cogobernanza entre el Estado y las comunidades autónomas a la hora de decidir el destino de los fondos que han de venir para una política tan crucial como es la hídrica y, en concreto, para paliar los efectos de la sequía y garantizar el suministro de agua».

En las conclusiones se advierte también de que es imprescindible que se ejecuten las infraestructuras hidráulicas de interés general del Estado pendientes en Andalucía. Recuerda en ese sentido que se trata de una necesidad manifestada repetidamente por los gobiernos de Andalucía y que en 2017 en el Parlamento de Andalucía que ya se señalaba que «las obras de interés general del Estado son cruciales para corregir y equilibrar el déficit hídrico» y «la inmensa mayoría de las obras que tendrían una incidencia directa en evitar problemas ante una eventual sequía son de interés general del Estado».