Frío encuentro de Pedro Sánchez y Juanma Moreno 11 días después de la reunión en Moncloa

El encuentro de ambos presidentes estuvo marcado por una fría cordialidad. Desde el momento del saludo, que las extremas medidas de seguridad impuestas por la organización impidieron registrar, hasta el final de acto, los mandatarios apenas coincidieron en los espacios y los momentos marcados por el protocolo.

En su intervención en el acto, Juanma Moreno se refirió repetidamente a la colaboración entre las diferentes administraciones y tras aludir al compromiso de la Junta con el complejo aeroespacial, materializado en una aportación de 17 millones de euros incluida la cesión del terreno, subrayó la aspiración de que Andalucía sea referente europeo de esa industria. Destacó que ya existe un ecosistema del sector en la zona que está contribuyendo a modificar el perfil económico e industrial de ese territorio.

El presidente de la Junta celebró especialmente el acuerdo y cooperación entre administraciones que ha permitido sacar adelante el proyecto y mostró la disposición de la Junta para seguir colaborando a futuro en iniciativas que beneficien a la comunidad. «Siempre estaremos de acuerdo para colaborar», dijo Moreno tras recordar la aportación de 17 millones de euros de la Junta de la Junta de Andalucía para un proyecto que ha supuesto una inversión total de 45 millones.

Tras insistir en que Andalucía es imprescindible para el equilibrio de España, el presidente aseguró que los ciudadanos reclaman colaboración entre diferentes administraciones, «que nos permite llegar más lejos y más rápido».

Esta apelación a la cooperación entre administraciones no encontró respuesta en la intervención del presidente del Gobierno, que evitó leer un párrafo que traía escrito en su discurso con un agradecimiento expreso a Juanma Moreno por la implicación de la Junta en el proyecto. Cuando la pantalla en la que Pedro Sánchez iba leyendo su intervención llegó al párrafo que decía «gracias, presidente, por la implicación de la Junta de Andalucía en este proyecto», el presidente del Gobierno decidió saltársela y pasar directamente al párrafo siguiente.

Sánchez sí hizo referencia al papel de la investigación y de la inversión pública, incluida la que se realiza en el ámbito de la defensa, como fuerzas tractoras del desarrollo económico. «No hay inversión más rentable y segura que la que se destina a investigación», dijo Sánchez.

El presidente del Gobierno aseguró que su administración defiende a ultranza la reindustrialización de España sobre las premisas de apostar por el conocimiento y llevar ese proceso a todas las provincias.

También apeló a la confianza en las fortalezas del país y pidió desterrar el pesimismo. «Reivindiquemos el optimismo que nace de la voluntad», dio Sánchez, que aseguró que la inversión en tecnología e investigación está contribuyendo al buen momento económico que vive España, convertida «en el gran motor del crecimiento económico de Europa».

Sánchez no dudó en asegurar que el complejo inaugurado en Moguer va a crear mucho empleo y consolidará el polo tecnológico de una zona a la definió como el «Cabo Cañaveral» español, en referencia a la base de la NASA en Estados Unidos. «De aquí van a surgir nuevas oportunidades», vaticinó el presidente.

Una vez concluidos el acto ambos mandatarios departieron con los empresarios y mandos militares invitados corrillos separados sin intercambiar en ningún momento impresiones entre ellos. El momento de la despedida se redujo a un breve «nos vemos» por parte de Sánchez cuando el presidente de la Junta se acercó a saludarlo.

El presidente del Gobierno abandonó el complejo como había llegado, a bordo de un helicóptero Superpuma en el que se desplazó hasta la base de Morón de la Frontera, donde lo esperaba el Falcon con el que regresaría a Madrid.