El 70% de los fallecidos por coronavirus en Andalucía tenían más de 75 años y un 5% eran menores de 55

El porcentaje de letalidad total asciende a casi el dos por ciento. No hay que confundir la tasa de letalidad, que calcula el número de muertes que provoca una enfermedad entre quienes la contraen, y la tasa de mortalidad, que toma como referencia a la población total. Incluso con la anemia estadística que supone que haya contagios y muertes sin contabilizar, la letalidad del SARS-CoV-2 resulta más alta que la generada por la gripe estacional, con una tasa media durante su última campaña del 1,2 por ciento, según el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Pero la causa de que este coronavirus se haya convertido en pandémico, insisten los investigadores, no es su letalidad sino su alta capacidad de transmisión. Otros virus de la misma familia, como el SARS-CoV-1 (que surgió en 2003 en países del sudeste asiático) y el MERS-CoV (conocido como síndrome respiratorio de Oriente Medio, transmitido por camellos) son más letales que este coronavirus pero no infectan con tanta facilidad. Esta capacidad, potenciada en las cepas descubiertas recientemente, de las que ya hay casos en Málaga, supone el principal hecho diferenciador de este coronavirus con respecto a otros.