El Sindicato de Enfermería de Andalucía (Satse) ha pedido al Servicio Andaluz de Salud (SAS) que realice un estudio de inmunidad Covid a todos los sanitarios de la comunidad ante el crecimiento de los contagios entre estos profesionales registrados durante el últimos mes.
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Satse plantea, además de este estudio serológico masivo de los trabajadores, que la Consejería de Salud y Familias valore la posibilidad de realizar una nueva inoculación con una tercera dosis de las vacunas frente a la Covid para estos profesionales.
El sindicato ha mostrado su preocupación por la situación actual de contagios y ha exigido que se «se garantice el acceso de los profesionales sanitarios a las medidas de protección individual necesarias para avalar su seguridad».
Estas peticiones han sido elevadas a la Consejería de Salud a través de un escrito del sindicato dirigido a la directora general de personal del SAS, Pilar Bartolomé, que es la responsable de la prevención de riesgos laborales de la sanidad andaluza,
Según la central sindical, la actual situación en esta quinta ola de contagios con 858 sanitarios de baja y un incremento del 329% comparado con el mes anterior pone de manifiesto la necesidad de un mayor nivel de protección para estos profesionales y de estudiar al mismo tiempo la durabilidad de los efectos de las vacunas.
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Satse sostiene que «hay que conocer el grado de permanencia de la inmunidad, valorando además la posibilidad de revacunar antes de que pase un año de la primera dosis ya que los profesionales sanitarios fueron los primeros en inocularse las vacunas«.
El estudio reclamado serviría para comprobar el nivel de anticuerpos y ver de esta forma si es necesario la inoculación de una tercera dosis de la vacuna. Según el sindicato, «existen ya estudios que indican que una tercera dosis del antígeno produce niveles de anticuerpos contra la variante Delta entre cinco y once veces más en comparación con la segunda dosis».
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Satse reivindica también una mayor dotación a los sanitarios de todos los Equipos de Protección Individual (EPI) disponibles, como guantes, mascarillas FFP2 o batas, máxime cuando los propios datos del SAS ponen de relieve que en estos momentos hay suficientes reservas de estos materiales.
Por último, el sindicato de enfermería asegura que los sanitarios están «cansados físicamente y agotados mentalmente y ahora, en pleno verano, se les acumulan jornadas laborales de compañeros que están de vacaciones sin sustituir y días de descanso postergados tras año y medio soportando demasiada presión».
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