Espadas quiere un socialismo verde

El líder de los socialistas andaluces participó en una mesa redonda sobre Transición Ecológica junto a la ministra del ramo, Teresa Ribera, y en el que actuó como moderadora la exministra de Medio Ambiente durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero, Cristina Narbona.

Los socialistas han llegado a este congreso con la intención de diversificar su gama cromática. Ribera señaló que junto al corazón rojo del PSOE late también un corazón verde y el secretario general de los socialistas andaluces aprovechó su intervención en el acto, del que a último momento se cayó la ya candidata socialista a la presidencia de Francia, Anne Hidalgo, para subrayar que los socialistas españoles tiene que salir de este cónclave con una fuerte alianza con el ecologismo.

En ausencia del clima de guerra interna que marcó congresos anteriores, los socialistas ven en su 40º congreso la posibilidad de renovar su programa político. La ausencia de batallas internas permite los debates más sosegados y Espadas, al frente de la delegación más numerosa con 276 de los 1083 delegados citados en Valencia, quiere que el medio ambiente se convierta en el eje sobre el que gire la propuesta socialista.

Por eso llamó la atención sobre el papel central que las políticas medioambientales deben comenzar a ocupar. «Esto ya no es un asunto sectorial, es un asunto central», dijo.

Espadas resaltó que el PSOE debe «empujar» para que se tomen decisiones justas en el proceso de transición ecológica que será necesario asumir como consecuencia de la emergencia climatica y señaló que no es aceptable que en este asunto, como en otros, se privaticen los beneficios y se socialicen los costes. La ministra Ribera fue un poco más allá: «El capitalismo y el mercado no pueden funcionar a costa de que unos paguen siempre y otros asuman siempre sin riesgo los beneficios».

Espadas también aprovechó la focos para centrar la atención en Andalucía. Recordó que es en el sur de España donde existe mayor biodiversidad, y por lo tanto, más patrimonio natural que defender, pero también que es en el sur donde antes se han comenzado a notar las consecuencias del calentamiento global, con aumento de las temperaturas y fenómenos extremos.

También se encargó de ponerle tareas al congreso. Dijo que es necesario que las políticas medioambientales sean «una apuesta de partido», y que se trata de una iniciativa que solamente pueden asumir los socialistas. «No esperemos nada de la derecha», advirtió Espadas, que marcó también diferencias entre la socialdemocracia y los Verdes, ya que mientras estos «cogen las pancartas» los socialistas realizan una política de tender puentes para impulsar acciones concretas.

Pese a llamar la atención sobre la amenaza del cambio climático, dijo que esta emergencia es también un terreno abonado de oportunidades, especialmente por la clara apuesta europea para afrontar el problema. «Lo más importante es convertir los fondos europeos en la palanca de transformación económica, el trabajo con más futuro está en el sector verde y los traen los fondos europeos», señaló.

Para el dirigente socialista, los jóvenes son los abanderados «de que se acabe con el desenfreno que se carga el planeta», para lo que, señaló, hacen falta decisiones valientes.