Juan Espadas.

Juan Espadas: «Las conquistas hay que pelearlas para que no nos las arrebaten»

El secretario general del PSOE-A asegura que en estos tres años han supuesto un retroceso para Andalucía, con un claro deterioro de los servicios públicos

Lunes, 28 de febrero 2022, 00:28

Tras dos mandatos como alcalde de Sevilla y con un largo bagaje en la Administración autonómica, Juan Espadas ha sido elegido por los militantes socialistas para intentar recuperar el gobierno de la Junta de Andalucía.

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¿Cómo valora estos años de autonomía?

Sin la autonomía, ... Andalucía no sería lo que es hoy. Sería un territorio más atrasado, con menos oportunidades y alejado de los estándares de modernidad de los países de nuestro entorno europeo. El 28-F ha sido un momento decisivo en nuestra historia. Nos quisieron llevar a una vía lenta y el pueblo andaluz se rebeló para decidir su propio futuro de la mano de un grupo de hombres y mujeres que supieron interpretar lo que Andalucía necesitaba, las ansias de modernización. Toda esta pulsión de cambio de la sociedad andaluza fue liderada por un grupo de compañeros socialistas. En concreto, Plácido Fernández-Viagas y, sobre todo, Rafael Escuredo, que hicieron de su valentía, de su visión de futuro y de su compromiso con esta tierra el estímulo necesario para conseguir lo que el Gobierno de la UCD, en particular, y la derecha, en general, nos querían negar: una autonomía de primera que el pueblo andaluz conquistó en las calles y luego democráticamente en las urnas. El 28-F es la conquista cívica más importante que se ha conseguido en España, después de la transición tras la dictadura. Y, sin lugar a dudas, tuvo como principal protagonista al pueblo andaluz, pero también a personas de talla y la entidad política como Rafael Escuredo.

¿Cuál ha sido el mayor logro de la autonomía?

Los andaluces y las andaluzas sabíamos que era la única oportunidad para vencer al pasado, para superar la maldición del atraso y del subdesarrollo al que la historia nos había arrastrado durante siglos. El pueblo andaluz intuía que con la autonomía venían el progreso, los servicios públicos y el estado del bienestar. Y el principal logro de la autonomía ha sido precisamente ése: construir un estado del bienestar que no tiene nada que enviarle, hasta en estos últimos años, al de otros países avanzados de Europa. No pedimos la autonomía plena por una cuestión identitaria ni para reivindicar una nación contra España, queríamos la autonomía para tener prosperidad, progreso y servicios públicos de calidad, y lo conseguimos. Pero estas conquistas no son para siempre, hay que pelearlas día a día para que no nos las arrebaten. Por eso, ahora estamos con la ciudadanía defendiendo la sanidad pública de calidad, que el actual Gobierno de Moreno Bonilla está desmantelando de forma progresiva y sibilina.

¿Qué queda por conseguir?

Hemos avanzado mucho, pero también queda por construir. Tenemos que ser ambiciosos en nuestros objetivos, tenemos que aspirar siempre a más, hemos de zafarnos del conformismo. Me incomoda mucho la resignación y la falta de ambición que demuestra el Gobierno de las derechas con Andalucía. Es imprescindible contar con gobernantes con espíritu de superación y liderazgo para afrontar los retos y los problemas que dificultan el progreso de esta tierra. Trabajo por superar esos lastres. El principal es, claro está, el desempleo. No podemos aceptar que el paro, y muy especialmente el juvenil, se considere una especie de castigo bíblico. Hay que actuar, tomar decisiones y creer en el potencial de esta tierra. Se puede conseguir, no es ninguna utopía, tasas de desempleo equiparable a la media europea. Yo no me resigno.

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¿Qué ha cambiado en estos tres años de gobierno PP-Cs?

Han cambiado muchas cosas y, sin duda, a peor. Los tres años de gobierno de derechas han supuesto un retroceso claro para Andalucía. El negocio alrededor de los servicios públicos se ha disparado. Hay una estrategia por parte de Moreno Bonilla de deteriorar los servicios públicos esenciales para abrir la puerta al beneficio privado de unos cuantos. Eso está pasando en la sanidad pública, en la educación y en los servicios sociales. Hoy, la estructura industrial de Andalucía está más débil: la producción industrial ha caído por debajo del 10% de nuestro PIB, jamás la industria aportó tan poco a nuestra riqueza. Simplemente, y es lo triste, porque el Gobierno de Moreno Bonilla carece de una política industrial. Nuestra comunidad se está quedando descolgada del intenso proceso de recuperación económica y del empleo que está experimentando España. Y, por último, Andalucía ha dejado de contar en el tablero nacional. Históricamente, Andalucía había participado en las grandes cuestiones de Estado y hoy somos un ejemplo de involución. Somos, por desgracia, la tierra a la que se la ha abierto la puerta a la extrema derecha porque le ha interesado al PP.

¿Qué nota le pone a su gestión?

Es incuestionable que hoy se vive peor en Andalucía que hace tres años y estamos convencidos de que la ciudadanía pasará factura al gobierno incapaz e insensible de Moreno Bonilla. En su boletín de notas tiene un muy deficiente en gestión, un sobresaliente en confrontación y una matrícula de honor en propaganda.

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¿Y a la oposición?

Será la ciudadanía la que nos valore. Hemos trabajado duramente por defender la sanidad pública, la educación, la atención a las personas con dependencia, a nuestros mayores. También en defensa del mundo rural, aportando soluciones reales y rigurosas, apostando por el diálogo y evitando la confrontación. Pero dos no pactan si uno no quiere. Si por nosotros fuese, la sanidad pública ya funcionaría con normalidad en Andalucía, pero para el PP no es prioritario.

¿Cómo afronta la cita electoral de este año?

Con fuerza, la responsabilidad y la ambición de devolver a Andalucía un gobierno capaz, que cuide a la gente y a su estado del bienestar, que alumbre un camino para superar los déficits que nos impiden dar un salto cualitativo en el desarrollo económico y el empleo. Lo hago también consciente de la necesidad de que mi oferta política sirva para recomponer el funcionamiento de las instituciones andaluzas deterioradas por la influencia de la extrema derecha. Andalucía necesita un proyecto moderado en las formas y muy ambicioso en el fondo. Siempre desde el respeto al adversario y con diálogo. Y anteponiendo a esta tierra por encima de todo porque para mí Andalucía es lo primero.

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Diga algo bueno que haya hecho la oposición.

Sinceramente, el actual gobierno andaluz sólo ha destacado en propaganda y en confrontación con el Gobierno de España y con los ayuntamientos. Carece de un proyecto económico para Andalucía y está destrozando la sanidad y la educación pública favoreciendo el negocio de lo privado.

¿Qué es lo peor que ha hecho el Gobierno?

En política, uno siempre se equivoca cuando no escucha a la ciudadanía. No escuchamos suficiente cuando estábamos en el gobierno y ahora le ocurre lo mismo a Moreno Bonilla. Y no escuchar es el primer paso para dejar de gobernar.

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¿A qué parlamentario de otro partido ficharía?

La política no debe ser un bazar persa, como cree el PP. Los populares lo mismo van a la absorción de otro partido a las bravas, como es el caso de Ciudadanos, que a la compra de voluntades para intentar ganar votaciones o conseguir gobiernos. Entiendo la contienda política desde una esfera ética y decente. Las puertas de los partidos deben estar abiertas al talento, de las personas que vienen a sumar, con una visión y un ideario compartido, hay que tener cuidado con los que se acercan buscando el aprovechamiento personal. Si el PSOE tiene más de 142 años es porque ha sido fiel a sus principios y sus valores: la libertad, la igualdad y la justicia social.

¿Cómo sale Andalucía tras la pandemia?

De momento, con unos servicios públicos muy deteriorados, porque Moreno Bonilla no los ha reforzado, a pesar de recibir más de 7.000 millones del Gobierno de España para paliar los efector de la pandemia, y liderando el paro en el país. La pandemia ha sido la excusa del gobierno de derechas para deteriorar los servicios públicos, que nos igualan a todos en oportunidades y ante la adversidad. Andalucía debe aprovechar los excepcionales fondos europeos que va a recibir, la comunidad que más recibirá de España, para recuperar la calidad de su sanidad pública y enfilar una recuperación económica basada en la digitalización y en la industria verde. Y eso sólo lo puede hacer un gobierno progresista del PSOE.

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