En el socialismo andaluz hay facturas pendientes y han empezado a cobrarse. Las sentencias del Tribunal Constitucional que obligan a la Audiencia de Sevilla ha dictar una nueva sentencia sobre el caso de los ERE han sido vistas en el PSOE de Andalucía como una ... oportunidad para reescribir el relato histórico de la última década. De mayor caso de corrupción en la historia de la democracia con 680 millones de euros desviados a contubernio político-mediático-judicial para desalojar al PSOE-A de la Junta de Andalucía. Sus dos presidentes, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, pasan con este nuevo discurso que los socialistas quieren imprimir a la conciencia colectiva andaluza de principales responsables de un gigantesco fraude a principales víctimas de una gigantesca conspiración.
Pero mientras el socialismo andaluz se dispone a generar una gran campaña política para convencer al respetable de que esa y no otra es la verdad histórica, en su seno ha comenzado otra movilización en la que al parecer hay disposición de dedicar la misma cantidad de energía: el del pase de facturas internas. El impulsor es el secretario general, Juan Espadas. La receptora, su antecesora, Susana Díaz. Como telón de fondo aparece el último Comité Director, celebrado el pasado jueves, en el que relevantes dirigentes del ala susanista se significaron en duras críticas al secretario general, al que señalaron como responsable de que el partido no remonte vuelo y no presente una estrategia definida.
Espadas ha visto en la nueva realidad que a juicio de los socialistas configura la decisión del Tribunal Constitucional la oportunidad para lanzar un contraataque. Y lo ha hecho sin medias palabras. En un partido en el que la anulación de la sentencia de los ERE ha supuesto un indudable estímulo emocional, el secretario general ha señalado que los expresidentes a los que ahora se quiere rescatar como referentes políticos y morales del socialismo andaluz no sólo llevan diez años de vilipendios externos. La humillación la extiende al trato que recibieron dentro del partido cuando Susana Díaz era secretaria general.
Espadas publicó este miércoles un artículo en 'The Huffington Post' en el que recuerda que el acuerdo para la investidura de Díaz que el PSOE y Ciudadanos firmaron en 2015 incluía, en palabras de entonces líder naranja, Juan Marín, que Chaves y Griñán «entregasen sus actas y respondiesen por corrupción». El artículo cita a Susana Díaz en su discurso de investidura refiriéndose a los ERE como un caso de corrupción. Para Espadas, más que acuerdos contra la corrupción, aquello fue un cortafuegos. Es decir, que la entonces presidenta se sumó al descrédito de sus antecesores para no verse salpicada. La memoria de expresidentes de la Junta que el líder socialista se empeña en reivindicar no alcanza a Susana Díaz.
La expresidenta no tardó en responder y lo hizo sin pelos en la lengua. En un mensaje en la red social X citó al escritor cubano Leonardo Padura - «en el socialismo nunca sabes el pasado que te espera»- para a continuación afirmar: «algunos ahora están intentando reescribirlo para quedar bien».
Díaz no se quedó ahí. Horas más tarde tiró de hemeroteca para asegurar que siempre ha defendido a sus antecesores en la Junta y rematar con una frase que no arroja dudas sobre el destinatario: «Algunos en su desesperación por buscar su sitio dicen muchas tonterías».
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