Aunque lejos de los enfrentamientos e insultos que se suelen oír en el Congreso de los Diputados, el Parlamento de Andalucía vivió en los últimos tiempos algunos episodios de tensión que obligaron al presidente de la Cámara, Jesús Aguirre, a llamar al orden e incluso ... quitar la palabra a algún diputado. Cuando sucede algo así, el presidente suele hablar posteriormente con el afectado para explicarle los motivos de su decisión. Aguirre, consejero de Salud durante la pandemia y cuya elección como presidente la Cámara lo tomó por sorpresa, confiesa que mira sesiones de otras asambleas para estudiar cómo actúan sus presidentes y que sabe que el nuevo periodo parlamentario que ahora se inicia y terminará a finales de julio, tendrá sus complejidades.
–Va a ser un poquito más complicadita porque siempre, queramos o no queramos, cuando hay unas elecciones los ánimos están más exarcebados, la gente está más vehemente, las posturas se radicalizan… Entra dentro de lo normal, tampoco hay que rasgarse las vestiduras.
-¿Teme que con la polémica suscitada por el cambio en la financiación de los grupos el clima se tensione aún más?
-La negociación para el reparto de estos fondos está dentro de la libertad de los grupos políticos. La Mesa está pendiente del informe de Intervención que han solicitado el resto de grupos en el seno de este órgano, por tanto no veo polémica alguna. Estamos pendientes de llevarlo la semana que viene para su aprobación en la próxima Mesa.
-¿No considera que sería mejor que la financiación de los grupos se aprobara para toda la legislatura y no año a año para evitar estas situaciones?
-La financiación de los grupos parlamentarios se hace año por año, porque a lo largo de cada ejercicio pueden darse variaciones como modificaciones en los propios grupos parlamentarios o cambios presupuestarios. Viene recogido en el reglamento de la Cámara que se lleve a cabo de esta forma y no creo que sea ningún problema.
-El PSOE ha anunciado que va a invocar un artículo del reglamento con el que puede bloquear que el Parlamento debata proposiciones que afecten al Gobierno central. El periodo de sesiones comienza con esa amenaza de conflicto
-Yo tengo que aplicar el reglamento de la Cámara. Mientras éste no cambie es el que es, me guste o no. Por eso hemos propuesto, y ya hay un equipo de trabajo con todos los grupos, para un cambio en el reglamento. A mí no me gusta el reglamento de la Cámara, hay temas que son francamente mejorables. Vamos a centrarnos en el artículo 171, al que se refiere en su pregunta y que va a ser motivo de un punto de inflexión. Es un artículo que tiene 40 años y que cuando se corrigió el reglamento no se cambió. Ahí está y hasta ahora no ha dado ningún quebradero de cabeza, se ha aplicado en contadísimas ocasiones y para temas muy singulares. Lo primero que hicimos nosotros, cuando vimos que podíamos tener problemas con este tema es pedir a los letrados que nos hicieran un informe jurídico. Lo que dicen los letrados es que como está en el reglamento, ellos tienen que poner en las PNL en las que se insta al Gobierno central, a los ayuntamientos o a las diputaciones que les afecta el artículo 171. Si usted lee ese artículo, pone que esa PNL no se incluya a no ser que tenga un mínimo de dos tercios de los diputados a favor.
-¿Usted qué opina?
-Según mi criterio es un artículo obsoleto, que no existe en otras comunidades autónomas y que sepuede es cercenar el debate parlamentario. ¿No hablamos de la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir, del trasvase Tajo-Segura, del Cabril, o de los fondos Next Generation? Son muchos temas competencia del Gobierno central que sí afectan a Andalucía. Por ejemplo, un tema que yo llevé en la anterior legislatura, la falta de médicos, que dependen del Gobierno, y los extracomunitarios a quienes hay que acreditar lo antes posible para paliar el déficit de médicos de familia que tenemos. Son temas que no se pueden desligar del debate en Andalucía aunque sean competencia del Estado. Afectan a los andaluces. Si hay que mandar tanques a Ucrania, yo comprendo que ahí sí se puede invocar el artículo porque es una competencia específica del Estado, perfecto. Pero la mayoría de los temas que son competencia del Estado, se debaten en los consejos interterritoriales y es bueno que los consejeros acudan con el apoyo del Parlamento. Cuando yo he debatido con la ministra de Sanidad temas que son legislativos, como si se quitaba la mascarilla, como consejero de Salud he puestos mi argumentario encima de la misma. Si ese argumentario se ve reforzado con el apoyo del Parlamento, bienvenido sea. Si todo lo que afecta al artículo 171 se quita, es una forma de amordazar al Parlamento. Seamos lógicos, yo he pedido a los portavoces que se pongan de acuerdo y que el 171 se aplique con sentido común. Si ellos llegan a ese punto de acuerdo, la Mesa lo asumirá sin ningún problema.
-Un letrado del Parlamento decía que cuando los portavoces se ponen de acuerdo el reglamento se puede dejar en un cajón
-Yo estoy de acuerdo con eso. Lo que ellos acuerden, la Mesa lo va a asumir, se los dije desde el primer día. Si llegan a un punto de consenso, la Mesa les dará el plácet. Si no, todo lo que afecte al Gobierno central, me vendrá informado por parte de los letrados y ellos tendrán la potestad de pedir votación para ver si va o no va a pleno.
-Usted dice que el reglamento no le gusta…
-Que el reglamento es mejorable.
-¿Hay que modernizarlo?
-Muchos temas se están llevando no porque vengan en el reglamento, sino por acuerdo de la Mesa. Todo eso hay que meterlo en el reglamento. Se llevan muchos años hablando de estos temas pero sin coger el toro por los cuernos. Yo pretendo a lo largo de esta legislatura coger el toro por los cuernos. Pero un cambio de reglamento no es que lo propone el presidente o la Junta de portavoces, es una proposición de ley que hay que llevarla a pleno, pasar a la comisión de reglamento, enmiendas, interlocutores sociales… el trámite normal de una proposición de ley. Salvo que se haga por lectura única pero para eso es necesario que estén de acuerdo todos los grupos.
-¿Con la tensión electoral que usted prevé cree que es momento para plantear este asunto?
-El cambio de reglamento llevamos trabajándolo desde que empezó esta legislatura. Ya hay un grupo de trabajo que de una forma tranquila y sosegada están mirando aquello que es importante cambiarlo a corto plazo y lo que es importante cambiar de cara a la siguiente legislatura.
-¿La sensibilidad es que ahora hay mayoría absoluta y puede no haberla en la próxima?
-No. Es que si tienes que hablar de grupos parlamentarios que tienen nada más que dos diputados y tienen el mismo tiempo de todos los grupos, habrá que aquilatarlo, pero mientras estemos en esta legislatura no vamos a tocar ese tema, porque es ya un derecho adquirido. Son temas para la siguiente legislatura. Sin embargo hay otras cosas que para mí son importantes. Por ejemplo, poder votar de forma telemática cuando hay una baja laboral. Hay cosas que no tenemos y que es necesario adecuarlas. Hay temas que hay que solucionar más rápido y otros que hay que dejarlos asentados de cara a la próxima legislatura.
-¿Usted se plantea cambiar las declaraciones institucionales para que no sea necesaria la unanimidad? Hasta ahora no había problema, por ejemplo, con las condenas a la violencia de género, pero al haber un grupo que no reconoce este problema ya no es posible aprobarlas.
-La única declaración institucional que hemos hecho hasta ahora es esa. Y no se ha hecho en pleno porque ha habido un grupo parlamentario que se opuso.
-A eso me refiero. El hecho de que por un solo grupo no se pueda aprobar…
-Habrá que cambiar el reglamento
-¿Usted se plantea incluir ese cambio?
-Yo es que no me lo planteo. Son los portavoces. Yo le voy a dar el visto bueno a lo que ellos me digan. Si me dicen que sí, sí y si me dicen que no, no. No es que el presidente vaya imponer nada. El presidente tiene su forma de pensar. Antes, en la anterior legislatura, había declaraciones institucionales en todos los plenos. Lo que yo digo es que para que no se difuminen hay que hacerlas de manera muy selectiva y cortas. Hasta ahora, la única que hemos tenido ha sido esa, no se sumó el grupo parlamentario de Vox y por parte de la Presidencia se decidió que sería idóneo hacerla en el salón de plenos pero como no estaba aprobada por todos los grupos, se hizo antes de que empezara el pleno.
-La mayor parte de la gente no sabe lo que se hace en el Parlamento. ¿Le preocupa la lejanía entre la vida política y parlamentaria y las preocupaciones de la gente?
-Me preocupa y me ocupa. Cuando ve que algo está fallando hay que poner las soluciones. Abrir el Parlamento es una de las metas que nos hemos puesto. Hemos preparado una estrategia donde está desde la informatización, pasando por el reglamento y en ello está también abrir el Parlamento. Intentar transmitir la importancia que tiene en la vida de todos los andaluces, aumentar el número de las personas que pueden venir pero también los parlamentarios salir fuera. Los parlamentarios tienen que ser correa de transmisión de la sociedad civil, tiene que implicarse. Nosotros intentamos sacar el Parlamento de aquí, pero no vamos a grandes ciudades, vamos a ir a pueblos. Empezamos esta semana en Loja con una reunión de la Mesa y vamos a hacerlo intentando abrir el Parlamento. Siempre digo que si estamos aquí es gracias a los votos de todos los andaluces y a quienes nos debemos es a los andaluces. Si no conseguimos que el andaluz perciba que esto sirve para mejorarle su día a día y de aquí a cuatro años no lo hemos conseguido, entonces es que hemos fracasado.
«El andalucismo no es de nadie»
– Ha habido discrepancias en los homenajes que se han hecho últimamente en el Parlamento, a quien se le hace un busto o se le da el nombre a algún espacio. No se ha conseguido el consenso en ese asunto.
-Yo he estado mucho tiempo en el Senado. Ahí, las salas de comisiones tienen nombres de senadores asesinados por ETA. Aquí se le ha puesto el nombre de la sala de usos múltiples, la segunda más importante después del salón de plenos, a Alberto Jiménez Becerril. Se aprobó por todos los grupos en la Mesa del Parlamento. ¿Por qué? Fue un parlamentario, el único asesinado por ETA. Yo soy partidario de que las salas de comisiones, la biblioteca, que no estén tan desarboladas y ponerles nombres de personas importantes para Andalucía. Estamos en tormenta de ideas e intentaremos hacerlo con el máximo consenso.
-Eso cae en un momento en el que desde el PP hay una reivindicación del andalucismo y de la figura de Clavero Arévalo y desde el PSOE se acusa al presidente de la Junta de pretender reescribir la historia para hurtar su protagonismo en aquel proceso.
-El andalucismo no es de nadie. Vamos a ver la tormenta de ideas y posiblemente muchos de los nombres serán coincidentes. Posiblemente haya concordancia de nombres, pero el andalucismo no es de nadie. El tema es sumar, esto no es excluyente.