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Vox, el tercer aliado necesario para que PP y Cs hagan historia y gobiernen en Andalucía, ha provocado los primeros roces entre los partidos de Casado y Rivera. La exigencia de Vox a que se le tenga en cuenta en las negociaciones y a estar en la Mesa del Parlamento ha provocado las primeras discrepancias entre los aliados. Cs insiste en negarse a negociar con Vox ni para la Presidencia del Parlamento ni para la investidura. El PP, por el contrario, admite que tendrá conversaciones con el partido de Santiago Abascal para asegurarse la mayoría sólida en la legislatura. En el fragor de estas diferencias ha entrado a saco el PSOE, para coincidir con Vox que sin los 12 diputados de este, PP y Cs no tendrán garantizada una mayoría suficiente para la elección del presidente y para gobernar.
El eco de las diferencias ha llegado al corazón de Europa, como pretendía el líder de Cs, Albert Rivera. En Bruselas, Rivera tenía ayer una cita con los liberales con vista a las elecciones europeas y previa a la cumbre de jefes de Gobierno y Estado de la UE. Algunos líderes europeos de de la fraternidad liberal, en la que se incluye Cs, habían aconsejado a este no aliarse con los ultraconservadores. En ese contexto, Rivera calificó a Vox de «populista» y afirmó que su partido no «irá de la mano de los que van con Le Pen», informa Efe.
«El acuerdo pasa por partidos que creen y apoyan la Constitución y partidos que tienen un proyecto común para Europa, la solución no es destruir Europa, no es ir con Wilders (líder de la extrema derecha holandesa) o Le Pen (dirigente de la Agrupación Nacional francesa), es ir con Macron», dijo Rivera sobre los pactos en Andalucía.
Lo que quiere Cs es llegar a un acuerdo con PP que sume 47 diputados, más que los 33 del PSOE, e instar a este a la abstención para dejarles gobernar sin el apoyo de Vox. El PSOE no va a respaldar esa operación con la que sueña Cs.
El líder de Vox, Santiago Abascal, acusó a Albert Rivera de «despreciar» a los 400.000 andaluces que le votaron y amenaza con no respaldar la investidura. «Rivera, que lo mismo es socio de Susana que de Libertas, desprecia a los 400.000 andaluces de Vox. Si lo que pretende es el visto bueno socialista, para continuar el socialismo con otras siglas y no levantar las alfombras, que no cuenten con nosotros», replicó Abascal en su cuenta de Twitter.
Cs también pretende de alguna forma que si hay que negociar con Vox, lo haga el PP. En ese reparto de papeles, el candidato a la Presidencia, Juanma Moreno, admitió que en el proceso de negociación «evidentemente Vox va a ser escuchado, y nosotros lo queremos escuchar». Moreno reiteró su disposición a «hablar con todos», por lo que también con Vox, partido que, recordó, cuenta con un grupo parlamentario «surgido de las urnas» y que es «el que más ha crecido» en las elecciones andaluzas.
Moreno insistió en que hay mimbres para un acuerdo de gobierno entre PP y Cs, partidos con grandes coincidencias programáticas. «Si no se llega a un acuerdo, cada partido tendrá que explicar por qué no se ha cumplido», advirtió en un tono que destapa los nervios por que la alternancia se frustre.
Moreno y Juan Marín, líder de Cs en Andalucía, coincidieron y posaron juntos anoche en la entrega de premios del periódico 'Ideal' de Granada. El informe 'caritas' de los dos líderes era de complicidad y alegría, según testigos, lo que disipa cualquier fricción en las negociaciones.
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