Díaz hace un balance «negro» del primer año de Gobierno de PP y Cs con un «cambio a peor» en todos los indicadores

La secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, realizó hoy un balance negro del primer año de Gobierno en coalición de PP-A y Ciudadanos con un cambio a peor en todos los parámetros además de criticar al Ejecutivo por compartir «el ideario y las políticas de la extrema derecha» de Vox como socio parlamentario.

«Andalucía está peor que hace un año con este Gobierno en todos los indicadores», resaltó la líder socialista, que puso especial énfasis en el «deterioro de los servicios públicos, lo recortes en igualdad y políticas sociales y también en el empleo, con 77.000 empleos menos en un año frente a los 600.000 empleos prometidos por Juanma Moreno en su campaña», recordó.

Díaz arremetió con dureza por la influencia de Vox en el Gobierno y aseveró que «lo que hacen el presidente de la Junta y el Gobierno andaluz de PP y Cs no es a lo que les obliga la ultraderecha, sino que comparten y quieren lo que defiende a ultraderecha porque se sienten cómodos« y añadió que «no es Gobierno de derechas moderado que está condicionado por la ultraderecha, sino que comparte su ideario de ultraderecha en Andalucía y fuera de Andalucía».

La expresidenta de la Junta afirmó «que se trata de un gobierno incapaz, caótico, tramposo y nada fiable que se dedica a hacer oposición a la oposición desde el Ejecutivo con socio en extinción –en alusión a Cs- y que para aprobar cualquier cosa tiene que contar con su socio de ultraderecha que está fuera, al menos de momento».

A su juicio, «Andalucía sufre un cambio rotundamente a peor por el retroceso y los recortes en el estado de bienestar y en la igualdad de oportunidades, no se han creado los puestos de trabajo prometidos ni los buenos datos positivos heredados se han traducido en mejoras, sino que hay una ralentización de la economía, cae la confianza y se deterioran los servicios públicos».

Díaz calificó al Gobierno de «débil e inestable» y censuró las 40 dimisiones y ceses que ha contabilizado hasta la fecha, uno por semana, y agregó que solo ha sacado adelante dos leyes, las de los dos presupuestos falsos aprobados que no contemplan una previsión real de sus ingresos y beneficiando con la rebaja de impuestos a las 300 familias más ricas de Andalucía en detrimento de las trabajadores y trabajadoras que van a pagar 100 euros más cada mes.

Especialmente crítica se mostró respecto a la gestión «caótica y desastrosa» de la sanidad con la que solo pretenden deteriorarla para fomentar su privatización. «Hay una incapacidad y dejadez absoluta y plan definido para deteriorar los servicios públicos y que la gente pierda su confianza en ellos para justificar su privatización», subrayó. En materia de Educación, también cuestionó la gestión del Gobierno por dejar fuera a muchos interinos, cerrar escuelas rurales y fomentar la educación concertada en detrimento de la pública.

En materia de igualdad, censuró que se haya compartido también el ideario de Voz y, por ejemplo, «se hayan eliminado de un plumazo las ayudas a muchas asociaciones de mujeres que luchan contra la violencia de género y se aumente, sin embargo, el dinero para los colectivos Pro-Vida y se ponga al frente de la política reproductiva a una reconocida activista contra el aborto».

Además, recriminó al Gobierno la «búsqueda de la confrontación y de dedicarse cada Consejo de Gobierno a generar una imagen negra de las instituciones andaluzas que divide a los andaluces entre buenos y malos y abre debates que estaban ya superados como el del aborto«, precisó.

Díaz se refirió también a su acompañante en la oposición Adelante Andalucía, después de haberse cerrado el acuerdo a nivel nacional para formar Gobierno, y señaló que «somos dos fuerzas diferentes y con programas e idearios distintos, pero habrá momentos para el acuerdo y momentos en los que no lo estemos», aunque se felicitó por sacar adelante un «gobierno progresista en España porque Andalucía lo necesita«.

Sobre su futuro al frente del PSOE-A, Susana Díaz dijo confesó sentirse con «con todas las ganas, las fuerzas y el coraje para repetir» como líder de los socialistas andaluces presentándose a las primarias del partido cuando »toque celebrarse el congreso regional y serán los 45.000 militantes los que decidan el futuro que todos buscaremos con la ilusión, la confianza y las ganas para que nuestro proyecto siga adelante«.

Díaz insistió en sentirse con «todas las ganas y el coraje del mundo» para seguir liderando el proyecto socialista en Andalucía» y precisó que «evidentemente, también lo harán cuantos compañeros quieran hacerlo«, en alusión a las distintas propuestas que puedan presentarse para aspirar a dirigir el partido como la del alcalde de Sevilla, Juan Espadas.

Díaz aseguró que el PSOE-A tiene la «suerte» de contar con mucha fuerza para afrontar este proceso y para que sus militantes decidan lo que quieren para Andalucía, no como otros partidos en extinción -en referencia a Ciudadanos- que mira cómo encaran marzo«.

Díaz reconoció también que sus ganas para seguir luchando al frente del PSOE-A han crecido en este año de Gobierno del PP-A y Cs al revelarse como «incapaz de gestionar la economía y carecer de un compromiso con la igualdad y la política social, dando la espalda a la gente».